25 Diciembre 2023
Leí con atención la carta del lector Juan L. Marcotulio (24/12), quien aportó datos numéricos y estadísticos sobre el uso que distintos presidentes y presidentas hicieron de los Decretos de Necesidad y Urgencia, pidiendo -en consecuencia- ser tolerantes y darle una oportunidad al megadecreto sugerido por el inmune Federico Sturzenegger y firmado por el presidente Javier Milei. Una media verdad, Sr. Marcotulio, nunca dejará de estar contaminada por una o varias mentiras. Digo esto porque, sin lugar a dudas, el DNU es un mecanismo vigente desde que nacimos como país; que fue utilizado por todos los presidentes y que fueron de mucha ayuda en épocas especiales o complejas (Crisis de 2001 o Pandemia de Covid), pero jamás para "modificar" o "eliminar" más de 300 normativas, como lo hace este Decreto, pasando por encima al Congreso de la Nación y al sistema republicano, haciendo uso también de medias verdades: porque hay cosas por cambiar o actualizar, pero jamás mintiendo sobre una "urgencia y emergencia" que no existen, cuando en realidad se pretende modificar el marco jurídico y legal del país y el contrato social construido durante décadas, para volver al preyrigoyenismo, a esa patria con riquezas para pocos, con derechos para quienes podían pagar por ellos y con un modelo agrario primario, al servicio del Imperialismo británico.
Javier E. Guardia Bosñak
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