¿Se puede ser vegano y no sufrir deficiencias alimenticias?

En estos días se conmemora la Semana Internacional del Veganismo, una tendencia que sigue en aumento en Tucumán y sobre la que habló con LG Play la nutricionista Belén Cappetta, especializada en este modo de alimentación que rechaza todo alimento de origen animal. Y no solo los alimentos sino que es una suerte de filosofía de vida que incluye no usar ropa que provenga de animales, como prendas de cuero, ni cosméticos que hayan sido testeados en animales.

Cappetta reconoció que todavía hay ciertos prejuicios respecto de la alimentación vegana y subrayó que realmente es muy completa. “En el veganismo se buscan los nutrientes, entonces se emplean alimentos que por ahí, en otros tipos de dieta no se tienen en cuenta, como semillas y seudo cereales: amaranto, chía, quinoa, etcétera”, explicó. “También se consumo mucho tofu, derivado de la soja, que es súper proteico, así como la soja texturizada, que se usa en reemplazo de la carne y que es muy versátil en la cocina: se hacen rellenas, salsa boloñesa y muchas otras preparaciones”, agregó.

La nutricionista confirmó que el veganismo va en crecimiento y que el hecho de que haya una mayor oferta de productos veganos también tiene que ver con que el año pasado se incorporó en el Código Alimentario Argentino la certificación de los productos veganos. “Por suerte, hoy hay muchas opciones de alimentos, y también en restaurantes y en la gastronomía en general”, dijo.

¿Hay deficiencias?

Respecto de supuestas deficiencias en la alimentación vegana, como por ejemplo, con el hierro, Cappetta resaltó que hay hierro en muchos alimentos vegetales. “Veganismo nos es igual a anemia por deficiencia de hierro. Además, tenemos muchas técnicas para usar lo que llamamos facilitadores de la absorción de hierro, como son los alimentos ricos en vitamina C. De todas formas siempre se debe hacer un control con análisis de sangre. Pero no podemos dar por hecho que ser vegano es igual a anemia o a deficiencia de hierro”, enfatizó.

Intolerancias

La especialista se refirió también a problemas muy comunes en la actualidad como la intolerancia a la lactosa, al gluten e incluso la celiaquía. “Ahora se ven más porque se estudian más estos temas y se los puede diagnosticar. Obvio que al seguir una alimentación vegana, quienes tengan una alergia a la proteína de la leche o intolerancia a la lactosa no tendrían ninguno de esos problemas. Y en el caso de los celíacos o intolerantes al gluten, solo tendrían que no comer el seitán, un reemplazo de la carne que está hecho a base de soja. Pero todo lo demás, pueden consumir sin problema”, detalló.

Sobre si es mejor la leche de vaca que las leches vegetales (almendra, avena, coco arroz, etcétera), Cappetta aclaró que nutricionalmente son muy diferentes. “En cuanto a la textura, o a la consistencia, sí son parecidas, y también se les puede dar el mismo uso: en una café con leche, en un postre, etcétera. Pero, la leche de vaca tiene mucha grasa que no es tan sana, en cambio, una leche de almendra, al ser de un fruto seco, tiene grasas saludables y también ofrece proteínas. Además, creo que llega un punto en la vida en que la lecha de vaca ya no es una necesidad nutricional”, describió.

“Inclusive para los niños -continuó- hoy se buscan alternativas a la leche de vaca porque muchos chicos son intolerantes a la caseína, que es la proteína de la leche, o intolerantes a la lactosa que es el azúcar de la leche”.

Ultraprocesados

La nutricionista opinó que este tipo de intolerancias o alergias se producen, en parte, a la gran cantidad de alimentos ultraprocesados que consume la sociedad actual. “Desde hace décadas la industria alimentaria está presente con muchos alimentos que no son tales, que contienen ingredientes que ni siquiera conocemos, y que nos afecta el aparato digestivo. Es comida, pero no alimento. Y el veganismo tiene eso, que apunta a la búsqueda de nutrientes. Los veganos estamos muy informados y nos fijamos en todo. Por ejemplo, hay alimentos que contienen aditivos que son colorantes hechos en base a insectos, por ejemplo”.

Sobre el ayuno intermitente, una práctica alimentaria muy en boga, Cappetta destacó que es totalmente compatible con veganismo. No obstante consideró que son pautas que deben tener una orientación y un seguimiento profesional.

Gradualmente

En cuanto a cómo empezar a practicar el veganismo, la experta recomendó que se vaya de a poco. Por lo general, se empieza siendo ovolactovegetariano. Es decir que, además de vegetales se consumen huevos y algún derivado de la leche, como queso o yogur. Y de a poco se va dejando para entrar en lo que es estrictamente veganismo, es decir, no se consume ninguna clase de alimento proveniente de animales.

Y para el caso de algún vegano que quiera volver a ser omnívoro, también recomendó hacerlo de a poco, ir flexibilizando su alimentación en forma gradual. “De todos modos, un vegano tal vez vuelva a consumir algún alimento de origen animal, pero en general no cambia la filosofía y, por ejemplo, mantiene su postura respecto de la ropa y de los cosméticos”, aseguró.