“El justiciero: capítulo final”, la violencia justificada

“El justiciero: capítulo final”, la violencia justificada

Denzel Washington vuelve a ser dirigido por Antoine Faqua en su implacable personaje. Un mito marroquí sediento de sangre. La historia de una puja familiar.

EN EL SUR DE ITALIA. “El justiciero: capítulo final” lleva al exsicario Robert MacCall a desplegar toda su acción en contra de la peligrosa Camorra. EN EL SUR DE ITALIA. “El justiciero: capítulo final” lleva al exsicario Robert MacCall a desplegar toda su acción en contra de la peligrosa Camorra.

El dominio que ejercen sobre las audiencias los géneros cinematográficos de la acción y del terror se refleja semana a semana en la preferencia de estrenos que respondan a esas líneas temáticas.

En la primera de ellas se inscribe “El justiciero: capítulo final”, que con la dirección de Antoine Fuqua vuelve a poner a Denzel Washington en el rol de Robert McCall, el sicario del Gobierno norteamericano que se retiró de esas funciones, y ha luchado por reconciliarse con las horribles cosas que hizo en el pasado. La supuesta redención la siente más cercana cuando decide defender a los oprimidos, sometidos e inocentes que son víctimas de sanguinarios e impiadosos delincuentes, una forma de justificar la violencia que despliega.

En esta tercera entrega del personaje, que se anuncia como la última (el tiempo dirá si lo es o no, luego de las películas de 2014 y de 2018), McCall se mudó al sur de Italia, para desarrollar una vida sumida en el anonimato. Pero el enfrentamiento a balazos con traficantes de drogas lo dejó maltrecho. Cuando se recupera, se corporiza su deseada jubilación de lujo entre viñedos, olivas y menú mediterráneo.

Por supuesto, eligió un mal destino: sus nuevos amigos -quienes desconocen su anterior vida- están siendo amenazados por los siniestros líderes de la Camorra local para que cumplan con sus órdenes y deseos. Protegerlos será su futura misión, para lo cual no tendrá miramientos ni consideraciones, y recurrirá a la violencia extrema y eficientemente letal, en lo que es experto.

Buena parte del elenco es italiano (y la película, hablada en ese idioma), como Gaia Scodellaro, Eugenio Mastrandrea, Andrea Scarduzio y Bruno Bilotta, pero se resalta la presencia de Dakota Fanning como una agente de la CIA contactada por Washington, en lo que implica el reencuentro de ambos en pantalla a dos décadas de “Hombre en llamas”. Desde detrás de cámaras, el experimentado Fuqua consolida una vieja relación con Denzel, que comenzó en 2001 con “Día de entrenamiento”.

Sobrenatural

Una tarde de verano, tres amigos de la infancia pasan sus vacaciones entrando en edificios abandonados para escribir grafitis, encuentran escrito en la pared de un departamento intrusado un extraño nombre. Eso no sorprende a Amélie, Bintou y Morjana, pero cuando una de ellas es atacada por su ex, la joven lo recuerda. Al repetirlo cinco veces, invocan el espíritu de una criatura vengativa de una leyenda marroquí (el mito sobrenatural circula realmente en el norte africano), sedienta de sangre. Lo que comienza como un pedido para desprenderse de su anterior pareja, rápidamente se convierte en una pesadilla cuando los seres queridos del trío comienzan a desaparecer.

“Kandisha, mujer demonio” es una producción francesa, que llega a los cines argentinos con retraso ya que se estrenó en 2020. Lo mismo, para los amantes de esta clase de historias, el tiempo no pasa y se mantiene la vigencia y expectativa. El espíritu maligno, según las narraciones orales, se presenta como una bella y joven mujer que logra seducir a sus víctimas antes de transformarse en una anciana decrépita.

Los guionistas y directores Alexandre Bustillo y Julien Maury (quienes debutaron exitosamente en 2007 con “Inside”) se asientan en las interpretaciones de Mathilde Lamusse, Suzy Bemba y Samarcande Saadi para llevar adelante la historia.

Espacio Incaa

“Otra semilla” es la propuesta documental que se verá en la sala Hynes O’Connor del Espacio Incaa (San Martín 251), con funciones hoy y mañana a las 20.

Dirigida por Matías Scarvaci, cuenta la vida de Dolores Etchevehere, perteneciente a una de las familias más poderosas de la Argentina quien, a partir de la muerte de su padre, pierde todos sus derechos hereditarios por parte de su madre y sus tres hermanos varones.

Luego de 11 años de luchar en soledad, se vincula con el dirigente de los movimientos populares Juan Grabois. Juntos diseñan un plan, el Proyecto Artigas, el cual no solo incluye recuperar la herencia que le corresponde sino que, con una parte de lo obtenido, crear un modelo de producción agroecológica, libre de agrotóxicos y explotación en la estancia Casa Nueva en Entre Ríos, en las antípodas del modelo tradicional de explotación agraria.

“Es una historia privada, donde lo público se hace presente de diferentes formas. El entramado político, judicial, mediático, aparece para acorralar y privar de los derechos más elementales a esta mujer que desde siempre decidió emprender un camino virtuoso”, se afirma en la sinopsis.

En octubre de 2020, los militantes fueron expulsados del campo por la fuerza pública y se arrestó a Dolores, en el marco de una causa judicial (entre muchas otras en marcha en el seno de esa familia) que aún prosigue.

Clásicos: “La Cenicienta” y “Toy story”

El centenario de los Estudios Disney se festeja en pantalla grande. Esta semana, se reestrenan dos títulos convocantes para una salida en familia, que reflejan a su vez sendas etapas distintas en la gran historia de las producciones animadas para todo público. Uno de los regresos a la pantalla grande es el de “La Cenicienta”, el relato de 1950 sobre la bella joven que, tras la muerte de su padre, se ve obligada a hacer de sirvienta de su madrastra y hermanastras que la explotan, mientras malgastan la fortuna heredada. Un día, llega una invitación a un gran baile que ofrecería el Príncipe ya que este busca esposa y ella ve la oportunidad de por una vez sentirse como las demás chicas de su edad. La otra propuesta es la primera entrega de “Toy Story”, el producto Pixar (hoy en manos de Disney) que revolucionó la industria en 1995 al ser un largometraje totalmente animado por computadora. Andy ama pasar el tiempo con sus juguetes sin saber que, en ausencia de un humano, los muñecos cobran vida. Woody, Bo Peep, Buzz Lightyear y todos los otros personajes regresan con la aventura inicial de la saga, que incluye celos entre ellos.

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