28 Agosto 2023 Seguir en 
Muchas veces nos sorprende la amplitud del espacio exterior. Sin embargo, muchos no saben que hay kilómetros y kilómetros de océano y áreas inexploradas cuyas condiciones y formas de vida son desconocidas para el hombre. Pero una expedición reciente bajó hasta las profundidades del mar y produjo un sorprendente hallazgo.
Una serie de expediciones fueron programadas para descender a las regiones más inhóspitas de las aguas del planeta Tierra. En total, 15 viajes formaron parte del estudio que permitió dar cuenta de nuevas especies que habitan el área conocida como zona abisal, reino abisal o zona abisopelágica.
Qué es la zona abisopelágica
Así como la atmósfera tiene diferentes capas, las profundidades del océano también están divididas en diferentes estratos o capas. En tanto desde la superficie hasta los 200 metros de profundidad está conformado el piélago, a partir de los 200 y hasta los 1.000 se encuentra la zona mesopelágica. Sigue, hasta los 4.000 metros, la zona batial y, desde los 4.000 hasta el lecho marino se habla de la zona abisal. La zona hadal o zona del hades es la más profunda y comprende las fosas oceánicas situadas a más de 6.000 metros de profundidad.
La zona abisal, la estudiada en este caso, es una región oscura a donde no llegan los rayos de luz solar. Cuenta con condiciones propias y animales marinos que nadan y viven allí libremente y nunca se aproximan al piélago. Además, se utiliza el término fauna abisal bentónica para referir a la escasa fauna que yace en el fondo oceánico.
Cómo es la vida en la zona abisopelágica
Un estudio de Science Advances descubrió que la biodiversidad en el área abisal “es tres veces mayor que los reinos pelágicos, con casi dos tercios presentados por eucariotas abundantes, pero desconocidas”.
Lo sorprendente del hallazgo reside en que si bien se tenía data de organismos procariotas en esta zona, no sucedía lo mismo con los eucariotas. A ese nivel se encuentran especies como almejas, caracoles y cangrejos.
“El estudio pone de manifiesto que la diversidad de los fondos, que se había pensado era menor que la de la columna de agua, es muy elevada, de hecho, hasta tres veces mayor. Todo ello nos muestra una nueva imagen sobre la vida en los fondos sedimentarios oceánicos", explicó Covadonga Orejas, del Centro Oceanográfico de Gijón.
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