Cuántos cepos cambiarios se crearon en los últimos cuatro años

Los controles de cambios son los peores analgésicos para la fuga de capitales porque, al imponerlos e intentar evitar salida de divisas, se le cierra la puerta en forma definitiva a nuevos ingresos. Se termina languideciendo por falta de reservas que en un inicio abultadas cada vez se van convirtiendo en más escasas. Excede al efecto sequía. Con los cepos siempre se tendrá menos reservas de las que se intentan que no salgan en el corto o mediano plazo, advierte Focus Market.

Según la consultora privada, todos los males de una “economía cepeada” se van acumulando restricción tras restricción con distorsión de precios relativos entre los bienes y servicios de la economía, incremento de las operaciones cambiarias a la cotización paralela, incentivos a la evasión de divisa, salida de capitales y ahorro en moneda extranjera fuera del sistema financiero, menor inversión extranjera directa, pérdida de competitividad y productividad de las empresas locales por restricción en el mercado cambiario, incertidumbre para la inversión, deterioro de la balanza de pagos, entre otros.

Si se analiza la coyuntura, puede observarse que la gestión del presidente Alberto Fernández no está desactivando la crisis, sino que pone cada vez más parches o frenos con el fin de intentar la estabilización del drenaje de dólares que hay en la economía. “La escasez de dólares se deben a la falta de confianza en la moneda nacional, por lo cual se huye hacia una moneda fuerte como el dólar”, puntualiza Focus Market.

Tomando como referencia el comportamiento del Gobierno en los últimos cuatro años respecto de la política cambiaria, la consultora dirigida por Damián Di Pace señala que con el ministro macrista de Economía, Nicolás Dujovne, arranca la “era de los cepos”, imponiendo restricciones al sistema de compras Puerta a Puerta.

Posteriormente, otro ministro de la gestión presidencial de Mauricio Macri, Hernán Lacunza, puso en práctica la restricción en la compra de dólares oficiales, con un tope de U$S 200 tanto para atesoramiento como para gastos en el exterior.

Con el recambio institucional y Alberto Fernández en la Presidencia de la Nación, el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, endureció el cepo cambiario y generó al menos cuatro restricciones hasta el año pasado. Por ejemplo, indica Focus Market, fue el creador del impuesto PAIS, ese que aplicó una alícuota del 30% para la compra de divisas, “pero como no le alcanzó sumó otro impuesto del 35% de anticipo de Ganancias, además de las restricciones a las importaciones, con una extensión de financiación con licencias automáticas. Di Pace, sin embargo, advierte que ninguno de ellos pudo frenar la caída de las reservas internacionales del Banco Central, aun cuando se intentó acumular divisas a través de la agroexportación.

Según  datos oficiales, durante el año pasado se liquidaron unos U$S 40.000 millones, pero el nivel de las reservas siguió cayendo con un drenaje similar al de 2019. 

El dólar fue uno de los causantes del alejamiento de Guzmán en la conducción del Palacio de Hacienda. La incertidumbre económica se agudizó en julio del año pasado, con corridas cambiarias que profundizaron la crisis institucional en el Gobierno. Así, Silvina Batakis tomó la conducción de Economía y dejó a su paso siete cepos para evitar la sangría de dólares y con eso también contener la escalada del dólar paralelo que pasó en un mes de $ 239 a $ 341, recuerda Focus Market. Entre los principales frenos al uso de divisas se destacaron aquellos que trataron de evitar financiamientos de compras “free shop”, aumento de la alícuota del impuesto PAIS; también a la compra de criptomonedas, Cedears y Obligaciones Negociables. “Es decir que se trató de una política restrictiva con una serie de medidas que evitaban cierta presión sobre los dólares financieros pero que, sin dudas, era tanta la necesidad de desprenderse de los pesos, que el impacto final lo terminó absorbiendo el paralelo”, puntualiza la consultora.

Hace un año, Sergio Massa tomó las riendas de la conducción económica, con un “blue” a $ 282. Como sus antecesores, el líder del Frente Renovador intentó frenar el drenaje de divisas de las reservas del BCRA. En el camino hacia ese objetivo, se incorporaron 17 cepos, llegando al récord de 31 restricciones en los últimos cuatro años para que sea cada vez más difícil ingresar al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). “Se establecieron medidas como una serie de permisos que deberían tramitar las empresas para importar, el encarecimiento del tipo de cambio con una serie de impuestos y anticipo a cuenta de Bienes Personales, restricciones sobre los dólares financieros, la imposibilidad de comprar dólar ahorro tanto para los que acceden a una moratoria previsional o para aquellos que no cubran al menos dos Salarios Mínimos Vitales y Móviles o para los que acceden a subsidios o planes sociales y hasta las últimas reglamentaciones para restringir la operatoria de dólar MEP/CCL cada vez más compleja”, enumera el reporte de la consultora al que accedió LA GACETA.

“Los cepos nacen intentando convencer a la sociedad que será una medida que generará estabilidad y control. A la larga se termina la ilusión siendo la realidad finaliza perjudicando a todo el sistema de precios y a todos los agentes económicos en su totalidad”, finaliza el diagnóstico privado.