La autocrítica en San Martín de Tucumán debe ser profunda

La autocrítica en San Martín de Tucumán debe ser profunda

En Puerto Madryn el equipo tocó fondo; Frontini y sus jugadores saben que llegó el momento replantearse todo y buscar una salida.

¿Y AHORA? Los jugadores no le encontraron la vuelta al partido en Madryn y se retiraron visiblemente golpeados tras la derrota. Llegó la hora de buscar soluciones. Foto de Maxi Jonas (especial para La Gaceta) ¿Y AHORA? Los jugadores no le encontraron la vuelta al partido en Madryn y se retiraron visiblemente golpeados tras la derrota. Llegó la hora de buscar soluciones. Foto de Maxi Jonas (especial para La Gaceta)

Pablo Frontini había sido el último en dejar el vestuario visitante del “Raúl Conti”. Hizo una mueca que mezclaba resignación y tristeza, y se paró frente a los pocos periodistas que lo estaban esperando.

Más allá de la pobrísima imagen que había dejado su equipo dentro de la cancha, él estaba más preocupado por otro motivo. “Lo que pensaba que era algo pasajero se está haciendo más duradero. Nos están costando todos los partidos; en todos los aspectos. Otras veces, en las que no teníamos buen juego, estábamos firmes en defensa y con eso nos alcanzaba para intentar buscar más. Pero esta vez no tuvimos nada, fue una derrota durísima”, disparó, en relación a que el equipo hace varias fechas que parece haber perdido la brújula.

Sus palabras sonaron fuertes, pero iban en consonancia con lo que había sido el rendimiento “santo”. Porque en el fútbol se puede perder, pero hacerlo como lo hizo San Martín en Puerto Madryn obliga a repensar muchísimas cosas.

En la victoria sobre All Boys, allá por la fecha 21, fue la última vez en la que el equipo mostró carácter, personalidad y algo de buen juego. A partir de ahí se fue desmembrando, deshilachando, perdiendo fuerza, dejando de lado el orden, entrando en una nebulosa de la que no puede salir, despilfarrando oportunidades, bajando en su producción fecha tras fecha y alejándose de los primeros puestos.

De los últimos 18 puntos, el “santo” tan sólo recolectó seis. Le ganó con demasiado sufrimiento a San Telmo (uno de los equipos más endebles de la zona A), empató con Nueva Chicago y Agropecuario (ambos en La Ciudadela) y con Almagro (de visitante); y perdió en la cancha de Temperley y en la de Guillermo Brown. Pero lo más preocupante fue que el equipo partido a partido fue mostrando más dudas, más falencias, menos funcionamiento y prácticamente nada de individualidades.

Los que antes eran soluciones hoy no lo son. Los que hace algunas fechas llevaban la bandera, hoy parecen estar derrotados antes de salir a jugar. No hay cambio que pareciera servirle al equipo porque el que ingresa aporta poco y porque hoy San Martín dejó de ser ese equipo agresivo, compacto y efectivo de las primeras fechas del ciclo Frontini, que se paraba en cualquier cancha e imponía condiciones.

“Vamos a tener que repensar, rever muchas cosas y ver cuál es el motivo que produjo esta baja en el rendimiento. Antes el equipo jugaba distinto, los muchachos se animaban a hacer otras cosas. Pero veo que el grupo ahora sufre demasiado dentro de la cancha; no disfruta de los partidos y cuando eso sucede es obvio que las cosas no van a salir como uno espera”, aseguró el entrenador.

Los 10 días que tiene por delante antes del partido con Defensores Unidos le vienen perfecto al cuerpo técnico. Frontini hizo un mea culpa rápido dentro del vestuario visitante de la cancha de Brown y aceptó que ellos como conducción también deberán cambiar. “Debemos ver en qué estamos fallamos también nosotros. Cambiar en el día a día, ver de qué manera les llegamos con el mensaje a los muchachos. Soy la cabeza de este grupo, el máximo responsable, y tengo que estar enfocado en que el equipo vuelva a jugar bien y en que pueda representar a los hinchas como lo hizo en un primer momento”, agregó.

Quedan 10 fechas por delante y todo puede pasar. San Martín tiene la posibilidad de acercarse a la cima, de luchar por un lugar en el Reducido y hasta de quedarse fuera de todo, lo que sería un golpe durísimo. “Tenemos que intentar ganar cada partido y cuando queden pocas fechas vamos a ver para qué estamos”, sentenció un Frontini que hace un tiempo tenía la certeza de que su equipo iba a llegar a la cima. “Tenemos que enforcarnos en mejorar. Si no, no vamos a pelear nada”, remató Leandro Ciccolini.

San Martín debe encontrarle la vuelta a una situación que se tornó compleja. Jugando como lo hizo en la cancha de Guillermo Brown es imposible que el final de la historia sea bueno. Por eso en La Ciudadela necesitan autocrítica profunda y mucho trabajo.

Al menos una buena noticia: perdió Almirante Brown

Almirante Brown sufrió un duro golpe en Mendoza. Cayó goleado 4-1 a manos de Gimnasia y no pudo estirar la ventaja en la cima de la zona A, donde lidera con 47 puntos. Tampoco pudieron sumar el escolta Agropecuario (perdió de local 1-3 con Temperley) ni Estudiantes (RC), que cayó 1-0 en su visita a Flandria. El “santo” acumula 39 unidades.

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