Cartas de lectores: El Aleph
30 Julio 2023

Este mes de agosto debiera recordarse a Borges, de una manera sencilla pero significativamente, para explorar la evolución (o involución) del conocimiento de los jóvenes y la cultura de los adultos. Este hombre nació un 24 de agosto, claro está en otro siglo (1899). Me gusta el estilo de El Aleph: yo lo disfruto siempre, a través de los muchos años. Es la pintura de una época en la Argentina próspera y despreocupada de finales de los años 20 y también de una clase social: Beatriz, de frente y de tres cuarto, sonriendo, la mano en el mentón. Beatriz de perfil, disfrutando los carnavales de 1924. Beatriz, después del divorcio en el almuerzo del Club Hípico. El Aleph es un punto donde convergen todos los puntos del espacio y del tiempo; es el universo en la forma de una esfera tornasolada de casi intolerable fulgor. Aparentemente se le ocurrió este concepto a partir de la matemática de su época, en la que el signo Alef implicaba un guarismo globalizador, que incluía al resto de las ecuaciones. Alef es, además, la primera letra del lenguaje hebreo y encierra, en última instancia, la idea de una fuerza de conjunto. Debemos entender entonces que el término Aleph abarca una visión estrictamente personal del mundo y es una orientación que busca mezclarse con la realidad, positivamente. Un propósito unificado, tal vez desesperado, es la noción conceptual primera de Aleph : “...vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer en el pecho, vi el inconcebible universo.” Ese día, en que murió el hombre, en 1986, era un día muy parecido al de hoy, según me parece recordar, triste y un poco gris.

Miguel Ángel Balverde

Junín 1.085

S. M. de Tucumán

Temas Argentina
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