Defensa de la soledad

Defensa de la soledad

Una de las calles de la localidad francesa donde Juan Bautista Alberdi pasaba temporadas de descanso, en una foto de fines del siglo XIX. Desde allí escribió la carta de 1872.

SAINT ANDRE DE FONTENAY. SAINT ANDRE DE FONTENAY.
15 Junio 2002
Por Carlos Páez de la Torre (h)
Poco o nada conocida es una carta de Juan Bautista Alberdi, fechada en Saint André de Fontenay en setiembre de 1872, que el diario "El Orden" publicó en agosto de 1915 como inédita y perteneciente al archivo de don Francisco Cruz. En ella, el ilustre pensador tucumano respondía a quienes reclamaban su presencia en los diarios porteños, y formulaba duras apreciaciones sobre las dificultades que un adversario de Mitre y de Sarmiento, como él lo era, tenía para publicar sus escritos en esa época.
"Ya muchos me preguntan por qué no escribo desde lejos en la prensa de Buenos Aires. Pues porque mis escritos no sirven para la libertad de esa prensa, especie de trocha angosta o más bien de alambre flojo, en que se necesita marchar haciendo piruetas de equilibrista con un balancín en las manos, cuidando de hacer una concesión cada vez que se dice una verdad".
Razonaba Alberdi: "Que hagan concesiones los que escriben allá, es muy justo. Con ellas pagan las ventajas que reciben en esa residencia agradable y útil. Pero que yo pague con concesiones los sufrimientos del ostracismo que me hacen sufrir, sería obra de un loco".
Apreciaba luego, sarcásticamente, las condiciones del periodismo en la capital argentina. "Según la libertad de imprenta que rige en Buenos Aires, todo es permitido decir, excepto lo que interesa a la Nación entera; todo, excepto lo que contraría a los localismos. En el Plata, la geografía física gobierna las corrientes políticas. Cada localidad tiene su interés".
Se refería a las críticas que despertaba su alejamiento. "La vida solitaria y aislada que por tanto tiempo he llevado en América y en Europa, se asemeja más a la que han hecho Mazzini, Victor Hugo, Garibaldi, que a la que han llevado Mitre y Sarmiento. Sin embargo, el aislamiento que en otros es admitido como honor, en mí es considerado una falta". Defendía la soledad. "El aislamiento es la independencia y la perseverancia de una idea; y su medio, equivocado o no, de salvarla y asegurarle la victoria".
A su criterio, "la primera cualidad del patriotismo es su desinterés, pues el patriota que vive del pan que recibe de su país en forma de sueldo, es de un patriotismo dudoso". Añadía que "a los que no pueden dejar de decir que he perdido mi tiempo en la ociosidad durante mis últimos años pasados en Europa, yo les haré ver que jamás he estado más ocupado que cuando no he tenido empleo".

Tamaño texto
Comentarios