Un alzamiento de ex militares peruanos dejó cuatro muertos

LIMA.- Cuatro policías peruanos murieron el sábado, en medio de un intenso tiroteo entre fuerzas del orden y ex militares rebeldes en la localidad andina de Andahuaylas, del departamento Apurímac, a unos 800 kilómetros al sudeste de Lima. La intentona está liderada por el ex oficial del ejército Antauro Humala, uno de los líderes del Movimiento Etnoccacerista, de tendencia nacionalista, que contaría con unos 300 hombres en total y que, entre otras cosas, exige la renuncia del presidente Alejandro Toledo. Anoche, en medio de un creciente estado de tensión, el propio Humala se manifestó dispuesto a deponer las armas sin obtener nada a cambio, pero sí en presencia de testigos que garanticen su integridad física y la de los 300 hombres que lo acompañan. Mientras, fuerzas del gobierno trataban de retomar el control de un sector que fue tomado por los insurrectos. Según voceros oficiales, nueve rebeldes fueron capturados.
En la madrugada del Año Nuevo, Humala encabezó el asalto a la comisaría de Andahuaylas y sus hombres tomaron a 10 efectivos como rehenes, tras un violento enfrentamiento. Andahuaylas es una pobre ciudad andina de unos 26.000 habitantes que se dedican a la agricultura y a la ganadería. Humala encabeza el movimiento que impulsa la creación de una nueva república, en la que se respete el legado cultural inca. Además, promueve la nacionalización de la industria y el libre cultivo de coca. Ayer por la tarde se produjeron disparos en los cerros aledaños a la ciudad, mientras decenas de pobladores, en su mayoría jóvenes, se manifestaban en apoyo a Humala.
El ex oficial criticó además los últimos cambios en las fuerzas armadas, que afectaron a su hermano Ollanta, quien trabajaba como agregado militar en la embajada de Perú en Corea del Sur. Tras rebelarse hace cuatro años contra el presidente Alberto Fujimori, los hermanos Humala fueron encarcelados, pero luego fueron perdonados por el Congreso. Ollanta retomó su carrera militar y Antauro siguió al frente del grupo. El jefe insurrecto justificó su levantamiento al acusar a Toledo de corrupto. Según declaró a la prensa local, ante la que se presentó vistiendo uniforme militar, tiene francotiradores en el techo de la comisaría tomada por su grupo, integrado mayormente por ex soldados que combatieron en una guerra contra Ecuador y contra la guerrilla en Perú en la década de 1990.
El gobierno pidió ayer a los pobladores de Andahuaylas que abandonen sus viviendas, en lo que fue interpretado como el anuncio de un inminente operativo contrainsurgente. Sin embargo, el presidente Toledo aseguró que no está prevista una acción militar. (Reuter-TELAM)