La tragedia ocurrida en el local bailable del barrio porteño Once, "República Cromagnón", que provocó la muerte de 177 personas y dejó más de 700 heridos, movilizó a los tucumanos: la Municipalidad de la capital salió a hacer controles en los boliches y muchos de los propietarios de los centros de diversión del interior se adhirieron voluntariamente al luto nacional, y ayer no abrieron sus locales.
Defensa Civil de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán clausuró nueve boliches que no cumplían con los requerimientos de seguridad, en distintos operativos de control que realizó durante la tarde del último día de 2004. Pero algunos de los locales quitaron la faja de clausura por la noche y abrieron.
En Yerba Buena, donde se concentra gran parte de la movida nocturna, la mayoría de los boliches acató voluntariamente el luto y cerró sus puertas.
El director de Defensa Civil municipal, Gregorio Alvarez, aseguró que la comuna realiza periódicamente los controles y que ahora estos se intensificarán. El presidente de la Cámara que nuclea a los propietarios de discotecas, Rodolfo Di Pinto, explicó que los locales adheridos a esa institución cumplen con todas las condiciones de seguridad. "El problema es que ahora se hacen bailes hasta en los cibers", denunció, y exigió que los controles se intensifiquen. Desde el Gobierno de la Provincia anunciaron que el recital previsto para esta noche en la plaza Independencia fue suspendido por el duelo nacional.
En Buenos Aires, un barman de "República Cromagnon" aseguró que el domingo pasado se había producido un principio de incendio en el boliche, también provocado por una bengala, que fue controlado rápidamente con una manguera de emergencia. "En este incendio la bengala que arrojaron alcanzó el techo acústico, que es de goma espuma, y en menos de un minuto se prendió fuego", contó.
Indignados familiares de las víctimas realizaron una protesta para exigir justicia y para que se agilicen los trámites de entrega de los cuerpos.
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