Mariano Campero: “la empresa no tuvo voluntad de cumplir”

Mariano Campero: “la empresa no tuvo voluntad de cumplir”

El intendente Mariano Campero adelantó que promulgará la ordenanza aprobada por el Concejo, mediante la que se deja sin efecto el convenio con la firma Alperovich Group por las torres sobre la avenida Perón. “No se avanzó en nada”, sostuvo el jefe municipal

MULTA Y ACUERDO. Las torres sobre la avenida Perón derivaron en una sanción del municipio; la empresa se había comprometido a construir una calle. la gaceta / foto de franco vera (archivo) MULTA Y ACUERDO. Las torres sobre la avenida Perón derivaron en una sanción del municipio; la empresa se había comprometido a construir una calle. la gaceta / foto de franco vera (archivo)
17 Junio 2017

A Mariano Campero se lo oye tranquilo. Uno podría imaginar que la decisión del Concejo Deliberante de Yerba Buena, de voltear el acuerdo que él había propiciado con la constructora Alperovich Group, lo tendría contrariado. Pero no; al contrario. El intendente de esa ciudad dice que le parece adecuado el voto de los concejales. “No se avanzó en nada. Para mí, la empresa no ha tenido voluntad de cumplir con lo que se había establecido”, explica.

El intendente se pronuncia de esa manera tras la primera sesión extraordinaria del año del cuerpo legislativo local, celebrada el jueves último. Desde antes de las 10 y hasta cerca de las 16, los ediles debatieron un extenso temario. De entre las cuestiones políticas, la más polémica -si se quiere- es la referida al acuerdo con Alperovich Group, que fue firmado unos siete meses atrás, y establecía que la firma abriera y pavimentara una trocha, a modo de pago de una multa. “Empezaron a pasar una máquina hace 10 días”, añade Campero.

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- ¿Cómo procederá, tras lo resuelto por el Concejo?

- Lo promulgaré, por supuesto. Estos casos necesitan ser evaluados de manera constante. El convenio proponía que la multa se pagara con una arteria que es necesaria para Yerba Buena, porque comunica a los nuevos barrios situados al norte de Perón. Nos pareció una buena alternativa que el pago económico se tradujera en una obra. Pero Alperovich Group no cumplió con lo pactado.

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- ¿Y por qué no tomó, antes, una decisión?

- Sí lo hicimos. Tuve conversaciones con los concejales Javier Jantus, José Macome y Marcelo Rojas. De hecho, ellos votaron a favor de la anulación del acuerdo.

“Ningún beneficio”

Luego, Campero dice que algunos opositores suyos insinuaron que él tenía algún arreglo con Naum Alperovich, representante de la firma.

“No hay ningún beneficio. Al contrario, quiero que quede claro que aquí nadie tiene coronita. En este caso, de modo constante hemos intentamos abstraernos del apellido Alperovich, y fallar de modo objetivo”, prosigue. Incluso, recuerda que su primera intención fue voltear las terrazas de las torres. “Entiendo que la obra no se hizo. Ahora, que ha caído el acuerdo, corresponde que la multa se haga efectiva”, prosigue.

Qué dice el convenio

En noviembre de 2016, el Tribunal de Faltas del municipio había condenado a la constructora a pagar $ 4,6 millones debido a una serie de infracciones al Código de Ordenamiento Urbano. Puntualmente, los funcionarios intervinientes objetaron una subdivisión de lotes.

Tras esa multa, el empresario Naum Alperovich firmó un acuerdo con el gobierno de Campero, por el que se comprometía a construir una calle que debía ir desde el cruce de las avenidas Perón y Fanzolato -donde se erigen sus edificios- hasta la altura de las canchas de rugby y de hockey del country Jockey Club.

En el texto del acuerdo, se leía que la obra completa iba a tener una superficie de unos 8.200 metros cuadrados, una extensión aproximada de un kilómetro y un costo de unos $ 12 millones. Las partes habían resuelto que los dineros que excedieran el monto de la multa (unos $ 7,4 millones) iban a quedar como crédito en el municipio, a favor de la empresa, e iban a imputarse como pago adelantado de impuestos y de otras obligaciones impositivas. El convenio había sido firmado por Naum Alperovich, por Campero y por el juez de faltas Fernando García Hamilton.

Por aquel entonces, la Dirección de Planeamiento había emitido otro escrito, en el que enumeraba transgresiones -según su interpretación- en las que habría incurrido la constructora. Argumentaban, por ejemplo, que se había construido más del doble de lo permitido por el Factor de Ocupación Total (FOT), un coeficiente establecido en el Código. También habían detectado excesos en las alturas e incumplimientos en los retiros reglamentarios.

El jueves, en sesión, hasta los ediles aliados al jefe municipal votaron en contra del convenio. “Desde un primer momento, me pareció un despropósito. Le dimos de baja porque no estamos de acuerdo. Entendemos que, si se aplica una multa por infracción, debe pagarse”, había sintetizado el edil Javier Jantus. También los otros dos camperistas, Marcelo Rojas y José Macome, votaron en contra del trato. “Dicen que Campero firmó presionado. Habría que ver quién lo presionó. Yo acepto las decisiones de la mayoría”, había enfatizado el peronista Héctor Aguirre (junto al otro justicialista, Walter Aráoz, se abstuvo de votar).

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