Denuncian en Buenos Aires una jineteada tucumana

Denuncian en Buenos Aires una jineteada tucumana

Una ONG sostiene que en los encuentros maltratan a los caballos. Pedido de informe

DESTREZA. Entre 8 y 15 segundos, según la categoría, es el tiempo que el jinete debe estar sobre el caballo. la gaceta / foto de diego aráoz DESTREZA. Entre 8 y 15 segundos, según la categoría, es el tiempo que el jinete debe estar sobre el caballo. la gaceta / foto de diego aráoz
10 Junio 2017

Así como las organizaciones que protegen a los animales cuestionaron las riñas de gallos y las carreras de galgos, ahora les ha llegado el turno a las jineteadas y a la doma. Una ONG con asiento en Buenos Aires apuntó contra el “Festival de Jineteada y Folklore Don Victoriano Caro”, que se realizará mañana en Banda del Río Salí. Se trata de una nueva avanzada en la lucha por la prohibición definitiva de este tipo de espectáculos tradicionales. Ya hay un proyecto de ley en la Cámara de Diputados de la Nación.

“Consideramos que en los espectáculos de doma y jineteadas se maltrata a los caballos, infringiéndoles una tortura que los lastima física y psíquicamente. Eso está penado por ley, la 14.346 (de 1954). No nos interesa que sancionen a nadie, simplemente que se dejen de hacer espectáculos de este tipo”, resumió la abogada Elma Masilla, de la ONG Vida Animal Argentina, en diálogo con LA GACETA. El cuestionamiento de Mansilla llegó a la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos Contra el Medio Ambiente (Ufima), localizada en la Ciudad de Buenos Aires, pero con competencia en todo el país. El fiscal a cargo es Ramiro González.

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Anticipándose a la posible respuesta de las asociaciones gauchas que mantienen viva la costumbre de las jineteadas, Mansilla lo comparó con otras tradiciones igualmente arraigadas: “la esclavitud ha sido usual durante mucho tiempo, lo que no ha impedido que fuera abolida. El derecho se modifica con el tiempo, que sea una tradición no significa que no podamos dejarla de lado”.

“No hay maltrato”

La jineteada de mañana sigue en pie y los organizadores están al tanto de la denuncia. Sostienen que hasta el momento sólo se pidió un informe por medio de la Municipalidad de Banda del Río Salí, que autorizó la actividad.

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“Hay una ignorancia muy grande, porque el animal de las jineteadas no se maltrata ni se tortura. Seguimos un reglamento que establece hasta el ancho del rebenque (látigo) que se usa y que, más que castigar al caballo, lo que hace es presencia. También establece que las espuelas son mochas (sin puntas ni filos), por lo que tampoco se hieren los animales”, explicó Santiago Reyes, secretario de la Asociación Gaucha Victoriano Caro, organizadora del encuentro.

Los caballos para jineteadas reciben cuidados durante todo el año para llegar en buenas condiciones a los encuentros, comenta Reyes. “Antes de autorizar la jineteada, la Sociedad Protectora de Animales controla que estén vacunados, bien alimentados y sanos. Durante la jineteada hay veterinarios que controlan a los animales, antes y después de la jornada...”, describió. Y agregó: “muchos de los animales que participan son recuperados de dueños que no los han podido domar, entonces se los cría y se los cuida para la jineteada; si no, irían al frigorífico”.

Reyes invitó a los denunciantes a que visiten el predio donde se realizará el encuentro gaucho mañana. “Las jineteadas son una tradición argentina, de la que participa muchísima gente. Basta con mirar Jesús María, el ‘mundial’ de la jineteada, para comprobar la fuerza que tiene. De ningún modo se maltrata a los animales”, reiteró.

Antecedentes

En octubre del año pasado la Justicia suspendió en Tucumán las riñas de gallos, una actividad que en nuestra provincia estaba regulada por la ley 6.048 (1990), pero que entraba en conflicto con la ley nacional “de protección animal”, la 14.346. También el año pasado, pero a nivel nacional, se prohibieron por ley las carreras de perros de cualquier raza en todo el país y se estableció una pena de entre tres meses y cuatro años de prisión para quien las organice, promueva o realice.

Aquellas dos medidas fueron las grandes conquistas de las organizaciones proteccionistas durante 2016. Ahora encienden el debate en torno de las jineteadas. De hecho, el último 31 de marzo ingresó en el Congreso Nacional un proyecto de ley impulsado por el diputado del PRO Daniel Lipovetzky, que busca erradicar las jineteadas en todo el país. En el sitio Change.org, esa iniciativa reunió 60.000 voluntades en contra de las jineteadas.

"Distinto a las riñas de gallos o carreras de galgos"

Se ven latigazos para todos lados. Un animal encabritado intentando voltear a toda costa al jinete. Tensión y nerviosismo es la sensación en las populares jineteadas, una costumbre gaucha que tiene su meca en el festival de Jesús María, Córdoba.

“Un caballo para jineteadas, en general, vive suelto en el campo, bien alimentado, bien cuidado y con un seguimiento permanente. Participan de estos encuentros dos o tres veces al año, como mucho, y las pasadas suelen ser una o dos por animal en toda la jornada. Yo no veo que haya una tortura ni un maltrato”, opina el veterinario Javier Toranzos, especializado en grandes animales.

El médico sí comparte la mirada con los proteccionistas acerca de las carreras de galgos y riñas de gallos. “Los gallos se lastiman, la pasan mal, sufren de un gran estrés mucho tiempo. Los galgos, por ejemplo, son bombardeados con drogas para que rindan más y cuando llega el momento de la carrera se sobreexigen y pueden sufrir lesiones incurables, por lo que son sacrificados. Ahí sí hay un claro maltrato, en los dos casos, pero no pasa lo mismo con las jineteadas”, comparó.

Mirándolo detenidamente, analiza Toranzos, es probable que los caballos de carrera sufran más que los de jineteadas. “Esos animales -continúa- están encerrados en boxes muy chicos, salen poco de ahí, por lo que se podría pensar que viven en permanente estrés. Y además las carreras duran mucho más que los segundos que dura una jineteada”.

El veterinario insistió en que es incuestionable la lucha de los proteccionistas en los casos de las riñas de gallos y las carreras de galgos, en las que son muchos más los casos en los que el animal pierde la vida o es sacrificado, pero no comparte la mirada de las organizaciones en el caso de las jineteadas.

La vicepresidenta de la Sociedad Protectora de Animales de Tucumán, Lorena Bueno, coincidió en que no hay maltrato de los caballos durante la doma. “Nosotros emitimos un permiso para jineteada y doma, y nos aseguramos de controlar el estado en el que están los animales, inspeccionamos los boxes -informó-. Mientras no haya daño al animal, cuentan con el aval de la Sociedad Protectora. Yo creo que es algo muy argentino que será muy difícil de erradicar”.

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