El hallazgo de vestigios arqueológicos en Tafí Viejo

Hay objetos que hablan. Cuentan historias. Establecen filiaciones. Remiten a un pasado de miles de años. Construyen identidades y culturas a través de un hueso, un utensilio, un cuchillo. Permiten al ser humano conocer sus orígenes. La arqueología es la ciencia que nos permite indagar de dónde venimos. En esa apasionante tarea andan los taficeños desde el 21 de febrero pasado, cuando operarios que construían una rampa en una policlínica, encontraron huesos y restos de un objeto.

Luego de que la Policía Científica constatara que el hallazgo no estaba vinculado a un homicidio o a acciones de la última dictadura, la Municipalidad de Tafí Viejo dio aviso al Instituto de Arqueología de la Universidad Nacional de Tucumán. Sus especialistas determinaron que se trataba de una urna funeraria y de restos humanos de una mujer y un hombre adultos.

Los expertos enviaron un fragmento óseo y un molar a Estados Unidos, donde se practicará la prueba de espectrometría de masa para consignar la antigüedad de los restos encontrados, así como una prueba complementaria de isótopos de oxígeno para determinar si el individuo pertenecía a una población del llano, del valle o de la puna. Se calcula que en un mes se conocerán los resultados que permitirán saber con precisión a qué época pertenecieron. Se estima que la fecha oscila entre los 500 y los 2.000 años de antigüedad.

Lo interesante de este hallazgo es que ha despertado las inquietudes de otras localidades, donde su hallaron objetos arqueológicos. Ticucho, Colalao del Valle y Lules solicitaron la intervención de ese instituto universitario. “Eso es justo lo que se necesita, que las comunidades sean conscientes del valor que tienen estos hallazgos y que los defiendan como lo que es: su propio patrimonio. Lo mismo con las empresas constructoras o los gobiernos cuando hacen grandes movimientos de suelo. Muchas veces no nos avisan, quizás por miedo a que demoremos las obras, pero nuestras excavaciones no duran más de cuatro días como mucho”, afirmó el coordinador de la Comisión de Patrimonio del Instituto de Arqueología.

La noticia también tuvo su rebote en el área de la educación. Docentes de algunas escuelas taficeñas le dijeron al coordinador que hasta antes del hallazgo, se enseñaba que el origen de esa ciudad estaba ligado a la llegada del ferrocarril y a la instalación de los talleres ferroviarios, pero ahora se abre una nueva instancia que los remitirá lejos. Los alumnos han quedado motivados para presentar trabajos en las ferias de ciencias. Es destacable también la rapidez de reflejos de intendente que hizo detener la obra hasta que se determinara la procedencia de estos restos.

Sería interesante que las leyes nacional N° 25.743 y provincial N° 7500, así como las resoluciones del Ente Cultural de Tucumán N° 2753 de 2009 (Estudios de impacto arqueológico obligatorios para obras públicas y privadas), se cumplieran rigurosamente, así como el protocolo de procedimientos para los estudios. De ese modo, los hallazgos no dependerían solamente del interés y la oportuna reacción de un funcionario público. Por otro lado, se podría estimular a docentes y alumnos que indagaran sobre la historia de sus pueblos y acerca de las antiguas culturas precolombinas que se desarrollaron en el territorio provincial y el noroeste. Los vestigios arqueológicos nos hablan del pasado, de nuestra identidad, sería positivo si todos los tucumanos lo supiéramos.