Los signos de la devastación todavía persisten en Volcán

Los signos de la devastación todavía persisten en Volcán

Muchos pobladores de la localidad jujeña aún no pueden volver a su casa. La ayuda del Gobierno.

ENTERRADO. El propietario no pudo rescatar su auto, que quedó atrapado por el alud de barro y piedras que cayó del cerro a causa de la tormenta. fotos telam ENTERRADO. El propietario no pudo rescatar su auto, que quedó atrapado por el alud de barro y piedras que cayó del cerro a causa de la tormenta. fotos telam
07 Marzo 2017
La familia Rodríguez vivía en la Manzana Uno de Volcán, la más afectada por el alud que cayó hace dos meses sobre esa localidad jujeña. Su casa tendrá que ser demolida y ellos siguen viviendo en el Regimiento de Infantería de Montaña de San Salvador de Jujuy. No quieren volver. “Cada vez que llueve, mis hijas lloran”, dijo Patricia Videla en diálogo con Télam.

“Tenemos que volver a empezar, como cuando llegamos desde Mendoza hace nueve años. Vinimos a trabajar en la calera y alquilábamos una casa que está destruida, salimos con lo puesto”, contó Patricia, que vive con su marido y tres hijas en uno de los centros de evacuados provistos por el Ejército, donde hoy son los únicos pero hace dos meses convivían con otras 84 familias.

La casa de los Rodríguez estaba en la manzana más cercana a la quebrada de Los Filtros, por donde bajó el volcán, como llaman los locales a los desprendimientos de lodo y piedras del cerro que se producen en la época de lluvias, porque se parecen al derrame de lava de un volcán en erupción.

Impresión imborrable

Esta localidad, donde viven unas 1.400 personas, está emplazada en un valle, entre el cerro Volcán y el río Grande; algunos pobladores todavía recuerdan la última gran inundación de 1945, pero coinciden en que nunca vieron algo como lo que ocurrió el 10 de enero último. “Entre las 8 y las 10 de la mañana cayeron 170 milímetros de lluvia, cuando el promedio anual es de 314”, informó el mayor Fabián Torrengo, que estuvo a cargo del Comité Operativo de Emergencia (COE).

El alud sepultó 42 casas ubicadas en lo que el COE llamó la zona roja -la más damnificada por estar cerca de la quebrada-, y entre lo que queda de las paredes todavía puede verse el barro seco y agrietado llegando casi a los dos metros; algunos habitantes salieron por las ventanas, otros rompieron el techo de chapa; casi todas las casas de Volcán son de adobe y chapa.

Patricia y su familia vivían al lado de los Zambrano, las dos personas que permanecieron desaparecidas durante 10 días hasta que sus cuerpos fueron encontrados a una cuadra y media de su casa; Elena tenía 77 años y era ciega, su hijo Juan Carlos tenía 59.

El alud dejó otras dos víctimas fatales, una pareja que fue encontrada al lado de una camioneta cerca de Volcán, en el distrito de Tumbaya.

Fuera de la zona roja quedan las áreas “medianamente afectadas” -según definen las autoridades locales-, donde las casas no serán derribadas pero aún no pueden ser habitadas; allí, los habitantes junto con soldados del Ejército siguen trabajando para limpiar y rescatar algunas de sus pertenencias.

“Mis abuelos construyeron esta casa en 1945, después de la inundación. Lo que se va son los recuerdos”, comentó Gustavo Vizuara mientras mostraba los libros y álbumes familiares de su hermano, que es “intelectual y fotógrafo”.

Subsidios y equipos

En Volcán también los comercios perdieron todo, y la posibilidad de volver a funcionar surgió apenas este viernes con la entrega de subsidios y equipos que envió el Gobierno provincial.

“Perdimos 500.000 pesos, teníamos un almacén y una librería. Preguntamos en Salta cuánto valen las fotocopiadoras ahora y nos dijeron que 100.000 pesos cada una, teníamos tres”, contó Daniel Maidana. En el almacén todavía se ve amontonada la mercadería que ya no podrá vender pero que aún no quiere tirar.

La casa de Daniel, donde funcionaban los dos comercios que manejaban él, su padre y su hermano, aún no está habitable, como muchas de las viviendas del pueblo; la mayoría de los volcanenses evacuados fueron luego alojados por familiares en otras localidades de la provincia, otros permanecen en centros provistos por el Ejército.

El plan de reparación social y económica previsto por el Gobierno de Jujuy recién comienza. En estos primeros dos meses el Comité de Emergencia trabajó para quitar el barro, restablecer los servicios y garantizar la seguridad de aquellos que decidieron quedarse en el pueblo devastado.

Temas Jujuy
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios