Un compromiso con el desarrollo de los tucumanos

Unos meses atrás, íbamos con José Cano camino a Concepción y tuvimos que atravesar cinco cortes de ruta que estaban haciendo los cañeros por la difícil situación que atravesaba el sector. Al ver la angustia y la desesperación con la que se manifestaban, con José bajamos a la ruta y nos pusimos a hablar con ellos en cada uno de los cortes. Nos contaron de la tristeza que estaban pasando, de los ingenios que habían cerrado y de la impotencia que sentían al ver que el Estado les estaba dando la espalda.

Antes de terminar ese viaje, asumí un compromiso: como Presidente me iba a ocupar de cuidarlos, de trabajar para darles a todos ellos la oportunidad de mejorar su situación.

Sabemos que en el norte argentino los ingenios azucareros son motores que mueven ciudades enteras y grandes generadores de trabajo. Y también sabemos que muchas de las 50 mil personas que hoy viven del azúcar son hijos o nietos de cañeros y trabajadores del sector, y sienten un enorme orgullo al poder continuar con la tradición familiar.

Lamentablemente esta industria siempre tuvo que convivir con el fantasma de la superproducción, que hace que los precios de su producto bajen y tengan que enfrentar grandes dificultades. Pero el bioetanol, que es el alcohol que se obtiene de la caña de azúcar o del maíz, es una alternativa que nos va a permitir cambiar esta realidad.

Por eso la semana pasada tuvimos la alegría de empezar a cumplir con nuestro compromiso al anunciar un aumento del 2% de corte de bioetanol en las naftas y un 0,5% en el biodiesel con alcohol de maíz, exclusivo para las destilerías del sector azucarero.

Esto significa que vamos a aumentar la producción local de naftas, eliminando los contratos corruptos que a lo largo de estos años debimos pagar todos los argentinos. Además, es una forma de cuidar el medio ambiente, una tarea que es fundamental en el siglo en que vivimos, y una responsabilidad enorme frente al futuro de nuestro país y nuestros hijos.

Y, sobre todo, significa que estamos generando más oportunidades de crecimiento para nuestra gente. Para que esos bienes que con tanto esfuerzo producen tengan un valor que les permita desarrollarse, cumplir sus metas y alcanzar la calidad de vida que merecen.

De eso se trata Pobreza Cero, que es una de nuestras metas más importantes como Gobierno: de generar las condiciones para que cada persona tenga la posibilidad de trabajar y ser feliz en el lugar que elija, y que nunca más un ciudadano de Concepción, de Tartagal, de Perico o de cualquiera de las ciudades del norte tenga que abandonar su comunidad porque en ella no hay trabajo.

Estoy convencido de que el norte del país, con el valor de su gente y con sus economías regionales, va a ser un gran protagonista en la Argentina que viene. Ese es el sueño por el que hoy escribo; el gran motivo por el que estuve recorriendo Tucumán y Jujuy realizando este y otros anuncios, y el objetivo del Plan Belgrano, que es un conjunto de medidas con las que queremos trabajar por la igualdad y el crecimiento de la región.

Sé que, juntos, los argentinos podemos lograr todo lo que nos propongamos. Y que en equipo, con José Cano, con los gobernadores y con los intendentes, sumando a cada azucarero y a cada persona que quiere crecer, podemos hacer grandes cosas por nuestro futuro.