01 Febrero 2016 Seguir en 
REDES SOCIALES. Cuando se descuidan el trabajo, la familia o los amigos por la compu hay que preocuparse. LA GACETA / FOTO DE archivo
Las redes sociales han revolucionado la vida de relación de las personas sin importar su edad ni su ocupación, aunque en el caso de adolescentes y jóvenes se han hecho prácticamente imprescindibles. Y así como tienen muchos aspectos positivos también pueden ser generadoras de conductas peligrosas, ya que afectan la vida normal de la gente.
“Si bien la adicción a internet aún no está incluida en la última versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, de la Asociación Americana de Psiquiatría, hay consenso entre los profesionales respecto de que efectivamente se presentan casos de comportamiento de personas vinculados a las redes sociales que reúnen las variables para definirlos como una adicción”, explica a Télam Laura Jurkowski, psicóloga especialista en este tema.
La cuestión cobra realce si se tiene en cuenta que Facebook cuenta con más de 1.500 millones de usuarios en el mundo mientras que Twitter suma 300 millones. Y estas son solo las más populares de las redes sociales, pero no las únicas.
El uso que las personas les dan a las redes sociales son diversos y en ocasiones están vinculados a su área profesional, como es, por ejemplo, el caso de Valentín Muro, un joven que se dedica a la filosofía y a la tecnología, y a entender cómo funcionan las cosas. Sobre esto, brindó una charla en el ciclo de conferencias TEDx.
“Quise darme de baja de Facebook porque me abrumaba recibir información constantemente, y no me refiero a las notificaciones sino al hecho de procesar información constantemente con su consecuente carga cognitiva”, relató Muro a Télam.
La razón por la que el joven no pudo darse de baja de esa red social fue que era administrador de varias cuentas profesionales que estaban vinculadas a su cuenta personal, y él era el único encargado de manejarlas.
Jurkowski, que también es fundadora de Reconectarse -un centro de tratamiento de adicciones a internet-, subrayó que las herramientas tecnológicas son muy importantes y actualmente no se puede prescindir de ellas, pero al mismo tiempo aclaró cuáles son los comportamientos de los usuarios ante los cuales hay que prender el alerta.
Conductas extrañas
“Los parámetros son los de cualquier otra adicción, la búsqueda y sensación de gratificación por el uso de esta red, que de otra manera no se puede conseguir, y que a veces se consideran como un escape a otros problemas”, precisó Jurkowski.
La especialista también remarcó como síntoma el siguiente hecho: “muchas veces la actividad con las redes sociales pasa a ser lo más importante que la persona tiene, y genera una dependencia, y es así como su humor cambia si puede o no conectarse”.
En este caso, se pueden citar como ejemplo los momentos en que por alguna falla técnica las redes sociales se caen durante solo unos minutos, como fue el caso de Twitter hace unos días, y ello genera un aluvión de mensajes de los usuarios con quejas o preguntas respecto de lo que pasa con el servicio.
Todos esos comportamientos se suman al síndrome de abstinencia, por el cual la persona empieza a sentir malestar y angustia cuando no se puede conectar. Luego está el fenómeno de tolerancia, que tiene que ver con que el usuario necesita estar cada vez más tiempo conectado para obtener el mismo resultado, que antes le llevaba un tiempo menor, explicó la psicóloga.
Es importante destacar que lo que define si hay una adicción a las redes sociales no es el tiempo que el usuario permanece conectado, sino cuando su comportamiento empieza a interferir en su vida y comienza a generarle problemas graves con sus amigos, con su pareja, en el trabajo o en la familia y hasta con su salud, subrayó.
Un caso
Estas cuestiones también pueden despertarse por iniciativa de los propios usuarios, como cuenta Estefanía Franceschi, quien trabaja en una empresa de comunicaciones.
“Cuando generé mi cuenta en Twitter no pude evitar tener una sobredosis de uso de la red social; estaba pendiente de los Trending Topics, de generar buenos tuits y de sorprenderme ante la creatividad de otros usuarios”, comentó a Télam la joven, y agregó que usó esta red social durante un año de manera periódica, hasta que en un momento quiso darse de baja.
Pero finalmente no llegó a hacerlo y le encontró un uso alternativo como canal de consulta con empresas de servicios. Se dio cuenta de que las respuestas allí son más rápidas y efectivas para sus necesidades.
Cómo recuperarse si ya hay dependencia
Los tratamientos de recuperación dependen en primer lugar de la situación de la persona y de la contención que pueda recibir de su familia o de sus amigos, explicó la psicóloga Laura Jurkowski. “El paciente tiene que empezar a darse cuenta de que tiene un problema. Después se trabaja con una terapia individual, cognitiva-conductual, para que la persona logre reorganizar el uso de la computadora, teniendo en cuenta que la tecnología es una herramienta muy importante en este momento, y no se puede prescindir”, remarcó. Agregó que como parte del tratamiento se trabaja con otros problemas subyacentes que puede haber, como falta de habilidades sociales, baja autoestima, problemas familiares, o poca tolerancia al malestar, entre otros.
“Si bien la adicción a internet aún no está incluida en la última versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, de la Asociación Americana de Psiquiatría, hay consenso entre los profesionales respecto de que efectivamente se presentan casos de comportamiento de personas vinculados a las redes sociales que reúnen las variables para definirlos como una adicción”, explica a Télam Laura Jurkowski, psicóloga especialista en este tema.
La cuestión cobra realce si se tiene en cuenta que Facebook cuenta con más de 1.500 millones de usuarios en el mundo mientras que Twitter suma 300 millones. Y estas son solo las más populares de las redes sociales, pero no las únicas.
El uso que las personas les dan a las redes sociales son diversos y en ocasiones están vinculados a su área profesional, como es, por ejemplo, el caso de Valentín Muro, un joven que se dedica a la filosofía y a la tecnología, y a entender cómo funcionan las cosas. Sobre esto, brindó una charla en el ciclo de conferencias TEDx.
“Quise darme de baja de Facebook porque me abrumaba recibir información constantemente, y no me refiero a las notificaciones sino al hecho de procesar información constantemente con su consecuente carga cognitiva”, relató Muro a Télam.
La razón por la que el joven no pudo darse de baja de esa red social fue que era administrador de varias cuentas profesionales que estaban vinculadas a su cuenta personal, y él era el único encargado de manejarlas.
Jurkowski, que también es fundadora de Reconectarse -un centro de tratamiento de adicciones a internet-, subrayó que las herramientas tecnológicas son muy importantes y actualmente no se puede prescindir de ellas, pero al mismo tiempo aclaró cuáles son los comportamientos de los usuarios ante los cuales hay que prender el alerta.
Conductas extrañas
“Los parámetros son los de cualquier otra adicción, la búsqueda y sensación de gratificación por el uso de esta red, que de otra manera no se puede conseguir, y que a veces se consideran como un escape a otros problemas”, precisó Jurkowski.
La especialista también remarcó como síntoma el siguiente hecho: “muchas veces la actividad con las redes sociales pasa a ser lo más importante que la persona tiene, y genera una dependencia, y es así como su humor cambia si puede o no conectarse”.
En este caso, se pueden citar como ejemplo los momentos en que por alguna falla técnica las redes sociales se caen durante solo unos minutos, como fue el caso de Twitter hace unos días, y ello genera un aluvión de mensajes de los usuarios con quejas o preguntas respecto de lo que pasa con el servicio.
Todos esos comportamientos se suman al síndrome de abstinencia, por el cual la persona empieza a sentir malestar y angustia cuando no se puede conectar. Luego está el fenómeno de tolerancia, que tiene que ver con que el usuario necesita estar cada vez más tiempo conectado para obtener el mismo resultado, que antes le llevaba un tiempo menor, explicó la psicóloga.
Es importante destacar que lo que define si hay una adicción a las redes sociales no es el tiempo que el usuario permanece conectado, sino cuando su comportamiento empieza a interferir en su vida y comienza a generarle problemas graves con sus amigos, con su pareja, en el trabajo o en la familia y hasta con su salud, subrayó.
Un caso
Estas cuestiones también pueden despertarse por iniciativa de los propios usuarios, como cuenta Estefanía Franceschi, quien trabaja en una empresa de comunicaciones.
“Cuando generé mi cuenta en Twitter no pude evitar tener una sobredosis de uso de la red social; estaba pendiente de los Trending Topics, de generar buenos tuits y de sorprenderme ante la creatividad de otros usuarios”, comentó a Télam la joven, y agregó que usó esta red social durante un año de manera periódica, hasta que en un momento quiso darse de baja.
Pero finalmente no llegó a hacerlo y le encontró un uso alternativo como canal de consulta con empresas de servicios. Se dio cuenta de que las respuestas allí son más rápidas y efectivas para sus necesidades.
Cómo recuperarse si ya hay dependencia
Los tratamientos de recuperación dependen en primer lugar de la situación de la persona y de la contención que pueda recibir de su familia o de sus amigos, explicó la psicóloga Laura Jurkowski. “El paciente tiene que empezar a darse cuenta de que tiene un problema. Después se trabaja con una terapia individual, cognitiva-conductual, para que la persona logre reorganizar el uso de la computadora, teniendo en cuenta que la tecnología es una herramienta muy importante en este momento, y no se puede prescindir”, remarcó. Agregó que como parte del tratamiento se trabaja con otros problemas subyacentes que puede haber, como falta de habilidades sociales, baja autoestima, problemas familiares, o poca tolerancia al malestar, entre otros.
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