30 Octubre 2015 Seguir en 
PEKÍN.- China anunció ayer una sorpresiva modificación en su política de planificación familiar al eliminar la ley del hijo único, normativa que llevaba más de tres décadas en vigencia. A partir de ahora, todas las parejas podrán tener dos hijos, según confirmó el Comité Central del Partido Comunista Chino, que sesiona en Pekín.
Durante una reunión de cuatro días, el máximo órgano de decisión dentro del partido aprobó también el nuevo plan quinquenal para el período 2016-2020 que debe ser ratificado en marzo, en el Congreso del Pueblo, el Parlamento chino.
El sorprendente giro en la política familiar ordenada por el Estado es una respuesta al rápido envejecimiento de la población en el país que, en la actualidad, cuenta con 1.350 millones de habitantes.
A fines de 2013, Pekín ya había adoptado una flexibilización de la política de control de la natalidad, pero hasta ahora sólo se había aplicado en algunas provincias. La medida establecía que las parejas en las que uno de los progenitores era hijo único podían tener dos descendientes.
Pero esta nueva medida no condujo a un “babyboom”. A raíz de los elevados alquileres y los elevados costos de las escuelas, muchas parejas en las urbes temen no poder permitirse un segundo hijo. “Sólo si se redujeran los costos de educar a un hijo, funcionaría esa política”, se indicaba en una reacción espontánea en foros de internet.
La política de hijo único siempre fue muy cuestionada por su estricta aplicación con la obligación de realizar abortos aunque el embarazo estuviera ya muy avanzado, entre otras medias obligatorias.
La organización internacional Human Rights Watch saludó la derogación de esta política señalando que se trata de “un paso en la dirección correcta”, según dijo Sophie Richardson, directora que esa entidad en China. Pero la experta adelantó que la política de dos hijos no significa que vaya a haber libertad en la libertad reproductiva en China. “En nuestra opinión, el Estado sigue invadiendo de forma arbitraria e innecesaria los derechos reproductivos de las personas”, agregó Richardson.
La política del hijo único fue introducida en 1979 para evitar una explosión demográfica. Sin esta estrictas medidas reproductivas, en la actualidad vivirían en China unos 300 millones más de personas. La Academia de Ciencias Sociales de China propuso una política de dos hijos como solución al envejecimiento y la caída de la natalidad que se está produciendo en la sociedad china. Según los datos demográficos, cada mujer tiene en el país menos de 1,6 hijos, cuando hace falta una cuota de 2,1 para una estabilidad de la población. (DPA)
Durante una reunión de cuatro días, el máximo órgano de decisión dentro del partido aprobó también el nuevo plan quinquenal para el período 2016-2020 que debe ser ratificado en marzo, en el Congreso del Pueblo, el Parlamento chino.
El sorprendente giro en la política familiar ordenada por el Estado es una respuesta al rápido envejecimiento de la población en el país que, en la actualidad, cuenta con 1.350 millones de habitantes.
A fines de 2013, Pekín ya había adoptado una flexibilización de la política de control de la natalidad, pero hasta ahora sólo se había aplicado en algunas provincias. La medida establecía que las parejas en las que uno de los progenitores era hijo único podían tener dos descendientes.
Pero esta nueva medida no condujo a un “babyboom”. A raíz de los elevados alquileres y los elevados costos de las escuelas, muchas parejas en las urbes temen no poder permitirse un segundo hijo. “Sólo si se redujeran los costos de educar a un hijo, funcionaría esa política”, se indicaba en una reacción espontánea en foros de internet.
La política de hijo único siempre fue muy cuestionada por su estricta aplicación con la obligación de realizar abortos aunque el embarazo estuviera ya muy avanzado, entre otras medias obligatorias.
La organización internacional Human Rights Watch saludó la derogación de esta política señalando que se trata de “un paso en la dirección correcta”, según dijo Sophie Richardson, directora que esa entidad en China. Pero la experta adelantó que la política de dos hijos no significa que vaya a haber libertad en la libertad reproductiva en China. “En nuestra opinión, el Estado sigue invadiendo de forma arbitraria e innecesaria los derechos reproductivos de las personas”, agregó Richardson.
La política del hijo único fue introducida en 1979 para evitar una explosión demográfica. Sin esta estrictas medidas reproductivas, en la actualidad vivirían en China unos 300 millones más de personas. La Academia de Ciencias Sociales de China propuso una política de dos hijos como solución al envejecimiento y la caída de la natalidad que se está produciendo en la sociedad china. Según los datos demográficos, cada mujer tiene en el país menos de 1,6 hijos, cuando hace falta una cuota de 2,1 para una estabilidad de la población. (DPA)
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