El garbanzo tucumano concluye una campaña muy favorable

El garbanzo tucumano concluye una campaña muy favorable

Vizgarra, de la Eeaoc, explicó que se cosecharán las 9.000 ha sembradas en mayo, y que los cultivos se encuentran en buen estado

BUEN ESTADO DE LO SEMBRADO. Vizgarra informó sobre la evolución del cultivo, que estuvo favorecida por el clima en la siembra y durante su desarrollo.  BUEN ESTADO DE LO SEMBRADO. Vizgarra informó sobre la evolución del cultivo, que estuvo favorecida por el clima en la siembra y durante su desarrollo.
21 Noviembre 2014
La campaña 2014 de garbanzo se presenta muy favorable, ya que hubo una muy buena disponibilidad de humedad al momento de la siembra en los meses de abril y mayo -fecha normal de implantación del cultivo-, y también contaron con agua las siembras tardías realizadas en junio.

Ese arranque garantizó el buen desarrollo posterior del cultivo, según se verifica en la cosecha que se apresta a concluir en estos días, aseguró Oscar Nicéforo Vizgarra, Coordinador del Proyecto Legumbres Secas, de la Sección Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).

“En nuestra provincia se sembraron aproximadamente 9.000 hectáreas, y a nivel país, unas 37.000: 9.000 en Córdoba y esa misma cantidad en Salta, además de superficies menores en Santiago del Estero y en Catamarca”, explicó Vizgarra.

“Veníamos de un año 2012 muy bueno, excelente en cuanto a producción, condiciones, mercado y precios. En los últimos años, recordemos, el garbanzo pasó de ser un simple espectador a protagonista dentro de los granos, y la Argentina se posicionó entre el quinto y sexto lugar como exportador a nivel mundial”, apuntó.

En 2013, por las condiciones adversas y la falta de humedad se sembró muy poco a secano. Tucumán sólo sembró 2.000 hectáreas, y fueron entre 28.000 y 30.000 las hectáreas sembradas a nivel país, situación que llevó a que nuestro país no se posicionara en los mercados que había conquistado en años anteriores.

“Este año, por suerte, no hubo problemas serios de heladas, salvo una pequeña que aconteció a fines de julio y que no revistió importancia, porque la mayoría de los garbanzos estaba recién iniciando la floración”, afirmó Vizgarra.

Agregó que si bien las orugas constituyeron un problema de mediana importancia, los productores la controlaron sin mayores inconvenientes.

Al día

Al momento (mediados de noviembre) se está cosechando todo lo sembrado en mayo y los cultivos se hallan en muy buenas condiciones, con rendimientos que fluctúan entre 1.800 y 2.200 kilogramos por hectárea.

Sin embargo, los calibres no son los mejores, porque muy pocos granos alcanzan los 9 milímetros. Es un factor desfavorable para el precio; no obstante, la calidad del garbanzo es buena, ya que hubo días con altas temperaturas y sin lluvias que beneficiaron el cultivo de las primeras siembras.

En plantaciones más tardías (fines de junio), la calidad está disminuida por el efecto de las lluvias de los primeros días de noviembre.

Un grano de calidad es aquel que posee buen color y ausencia de daños y blanqueos, pero lo que define el precio es el calibre. “La mayoría de los garbanzos cosechados esta campaña serán de 8 milímetros; habrá muchos de 7 y algunos de 6, pero serán muy pocos los de calibre 9”, remarcó Vizgarra.

Luego estimó que la Argentina se posicionará con un monto exportable de entre 55.000 y 60.000 toneladas. “Favorece este año a nuestro país el hecho de que la India no produjo gran cantidad de la legumbre y tampoco lo hizo Canadá. Ese déficit importante favorece a los exportadores argentinos, aunque México está colocando grandes cantidades en el mercado y eso, de alguna manera, nos está perjudicando”, resaltó el especialista.

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