08 Agosto 2014
Vecinos frustraron un asalto en una casa de Lomas de Tafí
Los ladrones ingresaron a una casa del megabarrio y los amigos de una de las víctimas, que tiene 10 años, se dieron cuenta del robo Los delincuentes habrían tenido conocimiento de los movimientos de la familia. En ese momento sólo estaban la niñera y dos menores de edad. Huyeron por una tapia
VECINOS ALTERADOS. Habitantes de Lomas de Tafí se acercaron a la vivienda y se quejaron por los robos. la gaceta / foto de diego aráoz
Vecinos de Lomas de Tafí que se percataron de que en una vivienda estaba ocurriendo un asalto, lograron frustrar el robo al arrojar piedras contra la casa. El hecho ocurrió ayer a las 21.30 en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Jaldo y Raya, en el nuevo barrio.
La familia Bolano vive en la casa tres, manzana ocho, del sector 11 de Lomas de Tafí, en diagonal a una conocida casa de venta de productos electrónicos y de muebles. “Este es el centro de Lomas de Tafí”, describieron ayer los vecinos. Dos hombres tocaron el timbre de la vivienda en la que sólo se encontraban la niñera, una niña de 10 años y un pequeño de dos.
Víctor, que vive al lado, detalló que sus hijos estaban jugando en la vereda cuando vieron que dos hombres sospechosos ingresaron. Los pequeños le dieron aviso. “Por lo que me contaron las víctimas, los ladrones le preguntaron a la niña de 10 años por su padre. Incluso le dijeron su nombre, Hugo”, puntualizó el vecino.
Silvia Abraham, tía de la pequeña, confirmó el relato del vecino. “Tenían datos de la familia; sin dudas sabían que no había mayores en la casa”, agregó. “Soy amigo de tu papá”, habría sido una de las frases que le dijeron los asaltantes.
La pequeña abrió el portón corredizo unos centímetros para ver quien tocaba el timbre, lo que fue aprovechado por los ladrones. “Eran dos personas jóvenes, uno estaba vestido de jogging”, describió Víctor.
Dentro de la casa
Los ladrones le pusieron una cinta en la boca a la pequeña para que no gritara. A la niñera, en tanto, le habrían exigido que les dijera donde estaban las cosas de valor.
“Ella no sabía nada, por eso revolvieron todo. Aún estamos viendo si se robaron algo, porque tenemos que esperar que llegue la Policía Científica antes de tocar las cosas”, explicó Abraham. Una fuente policial indicó que los asaltantes habrían dejado huellas que podrían servir para identificarlos. El pequeño de dos años habría estado en una habitación de la planta alta del dúplex. “Su hermana bajó abrazándolo para que no le hicieran nada”, agregó Abraham.
Afuera de la casa
El vecino Víctor, al ser alertado por sus hijos y sus amigos, tocó el timbre de la casa y fue atendido por los ladrones a través del portero eléctrico.
“Me dijeron que no estaban los dueños de casa y cortaron. Después no atendieron más”, precisó el hombre.
Un grupo de niños de entre 10 y 12 años se subieron a una tapia y lograron ver que estaban los ladrones armados en el interior de la vivienda. Lanzaron una piedra que rompió el vidrio de una ventana. Para ese entonces, varios vecinos estaban ya en la puerta de la casa.
La pedrada hizo que los asaltantes escaparan. Las víctimas les abrieron la puerta a los vecinos, que los asistieron. “Tenemos que destacar que la Policía llegó al poco tiempo que los llamamos. Pero lo que necesitamos es prevención, no que actúen cuando esto ya ocurrió”, manifestó Abraham.
Marcelo Ruina, dueño de un gimnasio de la zona, se quejó de que en la comisaría sólo haya siete policías para un barrio de 5.000 viviendas. “Por más buena voluntad que tengan, es insuficiente”, razonó.
La familia Bolano vive en la casa tres, manzana ocho, del sector 11 de Lomas de Tafí, en diagonal a una conocida casa de venta de productos electrónicos y de muebles. “Este es el centro de Lomas de Tafí”, describieron ayer los vecinos. Dos hombres tocaron el timbre de la vivienda en la que sólo se encontraban la niñera, una niña de 10 años y un pequeño de dos.
Víctor, que vive al lado, detalló que sus hijos estaban jugando en la vereda cuando vieron que dos hombres sospechosos ingresaron. Los pequeños le dieron aviso. “Por lo que me contaron las víctimas, los ladrones le preguntaron a la niña de 10 años por su padre. Incluso le dijeron su nombre, Hugo”, puntualizó el vecino.
Silvia Abraham, tía de la pequeña, confirmó el relato del vecino. “Tenían datos de la familia; sin dudas sabían que no había mayores en la casa”, agregó. “Soy amigo de tu papá”, habría sido una de las frases que le dijeron los asaltantes.
La pequeña abrió el portón corredizo unos centímetros para ver quien tocaba el timbre, lo que fue aprovechado por los ladrones. “Eran dos personas jóvenes, uno estaba vestido de jogging”, describió Víctor.
Dentro de la casa
Los ladrones le pusieron una cinta en la boca a la pequeña para que no gritara. A la niñera, en tanto, le habrían exigido que les dijera donde estaban las cosas de valor.
“Ella no sabía nada, por eso revolvieron todo. Aún estamos viendo si se robaron algo, porque tenemos que esperar que llegue la Policía Científica antes de tocar las cosas”, explicó Abraham. Una fuente policial indicó que los asaltantes habrían dejado huellas que podrían servir para identificarlos. El pequeño de dos años habría estado en una habitación de la planta alta del dúplex. “Su hermana bajó abrazándolo para que no le hicieran nada”, agregó Abraham.
Afuera de la casa
El vecino Víctor, al ser alertado por sus hijos y sus amigos, tocó el timbre de la casa y fue atendido por los ladrones a través del portero eléctrico.
“Me dijeron que no estaban los dueños de casa y cortaron. Después no atendieron más”, precisó el hombre.
Un grupo de niños de entre 10 y 12 años se subieron a una tapia y lograron ver que estaban los ladrones armados en el interior de la vivienda. Lanzaron una piedra que rompió el vidrio de una ventana. Para ese entonces, varios vecinos estaban ya en la puerta de la casa.
La pedrada hizo que los asaltantes escaparan. Las víctimas les abrieron la puerta a los vecinos, que los asistieron. “Tenemos que destacar que la Policía llegó al poco tiempo que los llamamos. Pero lo que necesitamos es prevención, no que actúen cuando esto ya ocurrió”, manifestó Abraham.
Marcelo Ruina, dueño de un gimnasio de la zona, se quejó de que en la comisaría sólo haya siete policías para un barrio de 5.000 viviendas. “Por más buena voluntad que tengan, es insuficiente”, razonó.