El limón colabora para que la Argentina se destaque en la frutihorticultura mundial

El limón colabora para que la Argentina se destaque en la frutihorticultura mundial

Desde Fruit Logística se realizó una descripción del país, destacando las características por las que sobresale a nivel mundial.

VIAJEROS. El Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán (IDEP) encabeza las delegaciones provinciales, que muestran la calidad de nuestros productos. la gaceta / archivo VIAJEROS. El Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán (IDEP) encabeza las delegaciones provinciales, que muestran la calidad de nuestros productos. la gaceta / archivo
10 Enero 2014
Argentina es uno de los grandes países frutícolas del mundo, siendo el primer productor del hemisferio sur en frutas de pepita, de carozo y cítricos, como el limón y la mandarina. Su fruticultura se basa en tres pilares: el mercado interno, la industria y la exportación de la fruta fresca y procesada. Esto le da una gran estabilidad al sector frente a los cambios de la política económica local, así como ante las crisis mundiales.

Para conocer cuáles fueron sus orígenes en la fruticultura, habría que remontarse a la llegada de los inmigrantes que provenían de regiones productoras de frutas, como es el Mediterráneo. Dada la gran amplitud del país y a la diversidad de climas se formaron diferentes regiones frutícolas: el Valle del Río Negro con manzanas y peras; Mendoza y San Juan con frutas de carozos y uvas; el Norte argentino con cítricos y subtropicales. Originalmente las frutas se cultivaban para abastecer el mercado local, pero rápidamente se amplió la producción, lo cual llevó a salir a conquistar mercados externos.

Argentina fue el primer país del Hemisferio Sur que exportó mayores volúmenes de fruta fresca a los mercados del Hemisferio Norte.

En los años ‘50 y ‘70 enviaba 150.000 toneladas de manzanas a los EEUU y Europa. Actualmente exporta más de 20 frutas y sus subproductos a todo el mundo. El mayor crecimiento exportador se dio en los últimos 20 años: se cuadruplicó el volumen y se sextuplicó el valor exportado. En los últimos años, Argentina exportó 1,2 a 1,5 millón de tn de fruta fresca por U$S 1.000-1.200 millones. Las frutas que más se exportan son peras, manzanas y cítricos, que aportan el 90% de las ventas. Las uvas, frutas finas, de carozo y tropicales, si bien tienen menor importancia relativa, son importantes para las economías regionales.

El limón y la pera

Las dos estrellas son la pera y el limón. Ambas encontraron óptimas condiciones agro-climáticas en nuestro país: la pera en el Valle del Río Negro y los limones en Tucumán. Gracias a la excelente calidad de la pera, Argentina abastece con crecientes volúmenes los mercados más exigentes. También el limón se envía en fresco a todo el mundo, pero su principal destino es la industria, abasteciendo Tucumán dos tercios de la demanda mundial de subproductos de limón. También la exportación de otras frutas muestran una evolución positiva tal es el caso de las mandarinas, manzanas, arándanos, cerezas, uvas y ciruelas.

Originalmente el principal destino de las frutas argentinas fue Europa, gracias a los fuertes vínculos comerciales y culturales que hay con las antiguas patrias de los inmigrantes. También Brasil es un destino tradicional. Los Estados Unidos adquieren importancia en algunas frutas, como es la pera y el arándano. Pero en los últimos años las exportaciones se han diversificado gracias al esfuerzo mancomunado privado-público. Así Rusia se ha transformado en uno de los principales destinos de peras, manzanas, limones y mandarinas.

La fruticultura argentina, al igual que la de todo el mundo, se enfrenta a cambios y desafíos. Actualmente las exigencias del comercio son cada vez mayores. El consumidor quiere una fruta de óptima calidad interna y externa, que sea segura desde el punto de vista alimentario, se produzca con mínimo impacto ambiental y con responsabilidad social. Argentina cuenta con óptimas condiciones para cumplir con estas premisas. Las condiciones de clima y suelo son adecuadas para lograr una excelente calidad: mucho sol, agua en abundancia, amplitud térmica, poca humedad ambiental, etc. Esta característica, sumada a la concientización del productor, llevó a que se utilicen cada vez menos agroquímicos, trabajando con un manejo integrado. Otra ventaja es la parte social, los últimos gobiernos argentinos siempre priorizaron el aspecto social por lo cual el trabajador goza de más beneficios que en los restantes países de la región. Por otro lado el empresario acostumbrado a las fluctuaciones de la economía argentina, es muy flexible y se adapta rápidamente a cambios en el comercio mundial. Esto es una premisa básica para enfrentarse a un mundo en constante cambio. Todo esto explica por qué Argentina cumple actualmente un rol fundamental en el mundo de la fruta y lo seguirá haciendo también en el futuro. (topinfo.com.ar)

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