La personalidad de los candidatos se cuela en su grafía

La personalidad de los candidatos se cuela en su grafía

LA GACETA pidió a la grafóloga Lucía Daluz, presidenta de la fundación Centro de Estudios Grafológicos de Tucumán, que analice textos de los candidatos.

06 Octubre 2013
Cada vez que manuscribimos, dejamos huellas que se filtran en nuestro texto: la presión que ejercemos con el lápiz o con la lapicera, la forma de las letras, y otras. Esas huellas parecen imperceptibles para la mayoría; de hecho, sólo los expertos en grafología -ciencia que estudia, por medio de la escritura, la personalidad, el carácter y el temperamento de una persona- son capaces de descubrirlas.

Una de estas especialistas es Lucía Daluz, presidenta de la fundación Centro de Estudios Grafológicos de Tucumán. "En la vida diaria podemos conocer a una persona de distintas maneras. Por ejemplo, el cuerpo es la expresión de nuestra existencia, marca la historia de nuestra vida. Con sus gestos y posturas deja al descubierto la realidad íntima. Así también con los símbolos de la grafía. Al escribir estamos proyectando nuestra vida, una personalidad externa -el texto-, que mostramos y queremos que los demás vean; y otra, privativa, íntima -la firma-, que marca nuestra individualidad y nos hace únicos", cuenta Daluz; y añade: "con la grafología podemos trascender esa personalidad y descubrir el ser real, con sus experiencias de vida, positivas y negativas".

LA GACETA la convocó para que analice la personalidad de los siete candidatos a diputado nacional cabeza de listas: Daniel Blanco (Frente de Izquierda), Ricardo Bussi (Fuerza Republicana), José Cano (Acuerdo Cívico y Social), Alberto Colombres Garmendia (PRO), Bernardo García Hamilton (Frente Renovador), Juan Manzur (Frente para la Victoria) y Gumersindo Parajón (Alternativa Popular). A cada uno de ellos se le pidió que en un papel manuscriban una frase vinculada a su campaña proselitista y que lo firmen. Como suele ocurrir en estas producciones, el candidato oficialista, Manzur, optó por no participar. Cano, en tanto, sólo envió su rúbrica.

"Mente y cuerpo"
Según Daluz, nuestra escritura desnuda lo que pretendemos ser, lo que somos y lo que creemos ser. "Salimos a la vida como podemos, y nuestras emociones son la intersección entre mente y cuerpo. A raíz de ello, las distintas reacciones", puntualiza.

Pero, ¿cómo funciona?, le preguntó LA GACETA. "Las vibraciones de las células cerebrales, vehiculizadas por medio del brazo y de la mano, se proyectan en el papel y nos dejan -al igual que las digitales- otro tipo de huellas, más amplias, que nos revelan nuestra íntima realidad", explica. Agrega que, mediante la grafología, se puede conocer más profundamente a alguien. "Muchas veces pensamos que con la convivencia conocemos totalmente a una persona. En algún aspecto sí; pero no del todo. La grafología nos indica el camino para averiguar la realidad de ese ser", dice. Daluz precisa que a partir del análisis de la grafía también se descubren rasgos que tienen que ver con la intimidad del escribiente. En el caso de los candidatos, por respeto a estos y por ética profesional, no los hace públicos.

Según la experta, la grafología puede aplicarse en distintos ámbitos. Entre otros, el de recursos humanos ("para ubicar la persona justa en el puesto justo"); el educativo ("para capacitar docentes y que estos puedan anticiparse a diversos problemas, como el bullying, las drogas, los abusos"), y el judicial ("maltrato, sometimiento, tendencia criminal o sexual"). "Como toda ciencia nueva (en la Argentina, su enseñanza superior data de 1929), la grafología debió y debe vencer resistencias y prejuicios, para ser reconocida y aprovechada", admite Daluz, y aclara que la grafología no es adivinación.

En notas aparte se consigna el análisis -en todos los casos, realizados por Daluz- de la grafía de cada uno de los seis candidatos que participaron en la producción. Junto a estos se acompaña la imagen de sus textos manuscritos y a la frase que eligieron, digitalizada.

Daluz cuenta que la fundación Centro de Estudios Grafológicos de Tucumán es una entidad sin fines de lucro, sostenida por el aporte de sus alumnos: "Se creó con la intención de difundir la ciencia y de colaborar en distintos ámbitos. Entre sus fines figuran la capacitación docente, la coordinación de grupos, la ayuda a familias en conflicto y la colaboración en la Justicia".

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