Por Alberto Horacio Elsinger
02 Abril 2013
Un poco más de tres décadas con el séptimo arte del inolvidable Odeón
Fue el más emblemático de los cines de la ciudad de Concepción. Nació en 1959, como un emprendimiento de las familias Courtade y Marranzino. La sala, ubicada en Italia al 1.500, poseía 650 plateas y un pullman alto de 200 butacas. El cierre se produjo en 1991 y en el edificio hoy funciona un gimnasio.
INTERMINABLE. La cola para acceder a la función inaugural del Odeón de Concepción fue multitudinaria.
El escritor checo francés, Milan Kundera dice que "el crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia". Y en este presente de multicines que se re producen y de ausencias de salas que se extrañan, la frase del autor de las novelas "La broma" y "La insoportable levedad del ser" -entre otras- realimenta su vigencia.
No es una novedad que el espacio arquitectónico del cine fue sustituido. No tan sólo por el mundo virtual, sino también por la dinámica electrónica, con Internet a la cabeza. Y eso se refleja en un cambio de paradigmas en las necesidades.
Principio y fin
Lo concreto es que el sábado 1 de agosto de 1959 la ciudad de Concepción alcanzó su éxtasis en materia de salas cinematográficas. Tal cual consignamos en LA GACETA (TUcumanos del 22/3), a los cines 25 de Mayo (Sirio Libanesa), Bar Mayo (Moreno al 1.300) y San Martín (Sociedad Española) se incorporó el Odeón (de Italia al 1.500).
La gran premier de la emblemática sala de la "Perla del Sur" se materializó con el primer filme de la saga de la princesa Sissi, que interpretaba la actriz austro germana francesa Romy Schneider. "La película, basada en la obra 'Sissys Brautfahrt', de Ernst Décsey y Gustav Holm, es un cuento rosa y romanticón. Un clásico de princesitas tipo Disney pero versión de carne y hueso, muy bien ejecutado y efectivo", describió Alberto Marranzino (h), hijo del último propietario de la inolvidable sala.
La profesora Susana Courtade, docente de la cátedra de Impuestos de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNT, fue una de las privilegiadas asistentes a aquella función inaugural del Odeón.
"Recuerdo que era muy chica cuando se inauguró el cine. Tenía seis años. Mis padres (Enrique y "Pacuchita") y mis tíos (Luis y Rolando, con sus esposas) integraban la sociedad propietaria de la sala junto con el matrimonio de don Alberto Marranzino y de su esposa, Dora. Mi madre, Francisca Zamora, poseía además la concesión del bar del establecimiento", describió la profesora Courtade.
Emprendimiento familiar
Marranzino (h) también destacó que en los comienzos el cine de Italia al 1.500 era un emprendimiento que involucró a seis o siete matrimonios o familias, quienes conformaron la Compañía Cinematográfica Odeón. Pero a partir de 1966 sus padres quedaron como únicos dueños. En ese lapso ellos fueron comprándoles las partes a los otros miembros de la sociedad en comandita. "El cine fue diseñado por el ingeniero Rolando Courtade. Estaba dotado de 850 butacas (650 plateas y 250 pullman en la parte alta). La pantalla se encontraba en la primera parte del escenario. Cuando se realizaban espectáculos musicales o teatrales era elevada", comentó.
Protagonistas
Courtade -que evocó la casa de música que sus padres poseían en 25 de Mayo, primera cuadra- destacó que en el Odeón se realizaron hasta asambleas de convocatorias de acreedores. "También funcionó como teatro -añadió-. Allí actuaron Los Chalchaleros y Los Fronterizos. Incluso una vez fue Luis Sandrini".
Ella no olvida una anécdota de la niñez: "una película que quería ver desde niña era 'Mondo Cane', un semidocumental italiano sobre civilizaciones exóticas. Pero era prohibida para 18 años. Y yo sólo tenía 11".
El Odeón de Concepción fue la última sala que se abrió y también la última que se cerró. El cine de la decimoquinta cuadra de la calle Italia abrió sus puertas en agosto de 1959 y el telón se bajó definitivamente en 1991. Tenía 400 metros cuadrados cubiertos y se erigió en una propiedad de José Alberto Marranzino.
El homónimo de uno de los fundadores de la empresa explicó: "antes de los 70 el cine fue cerrado para ser remodelado. Cambiamos las butacas viejas por otras anatómicas e inclinadas. Eso redujo la capacidad. Abajo quedaron 500 plateas y arriba se mantuvieron los 200 pullman. Además, se cubrieron las paredes con madera. Se repararon los cuatro extractores de un metro de diámetro para eliminar el aire viciado y sumamos más ventiladores sobre los laterales. También cambiamos los proyectores, que incluían lámparas de 1.600 vatios. Las máquinas era dos y automáticas, marca Herneman 7; con un botón se pasaban las películas de un proyector a otro".
El cine concepcionenses más convocante, al decir de sus habitantes, no exhibía películas que estaban bajo la explotación de la Cinematográfica del Norte, sino de otras distribuidoras. Estaba incluido en la Zona 2. Los filmes primero se estrenaban en Catamarca y desde allí se remitían a Concepción.
Marranzino (h) puso énfasis en que durante los casi 32 años que funcionó la sala los fines de semana se colmaba la capacidad. "Los lunes no había funciones, pero de martes a viernes se programaban dos: una familiar a las 18 y otra nocturna, desde las 21.30. Los fines de semana y feriados había tres funciones: matinée, familiar y por la noche", subrayó.
RECORD.- La mayor venta de entradas del Odéon se produjo en 1979. Ese año se exhibieron las películas "El campeón", de Franco Zeffirelli, con Jon Voight, Faye Dunaway, Rick Schroder y Jack Warden; "El cielo puede esperar", de Warren Beatty y Buck Henry, con el propio Beatty y Julie Christie; "Perdidos en la noche", de John Schlesinger, con Jon Voight y Dustin Hoffman; y "Expreso de medianoche", de Alan Parker, con Brad Davis, John Hurt e Irene Miracle.
MUSICA Y REVISTAS.- Los Iracundos, Sergio Denis, Adriana Aguirre y Moria Casan, entre otros, actuaron en la sala.
TAQUILLERAS.- Dora Yapur de Marranzino programaba la cartelera del Odeón. Los filmes que protagonizaban los franceses Ive Montand, Alain Delón, Jean Gabin, Jeanne Moreau y Jean Paul Belmondo y los italianos Vittorio Gassman, Marcello Mastroianni, Sofia Loren y Gina Lollobrigida eran éxitos de taquilla. Tambien los de Anita Ekberg, Brigitte Bardot y Marilyn Monroe.
CONVOCANTES.- Películas bíblicas como "Ben-Hur", "Los diez mandamientos" (Charlton Heston), "Moisés" y "El manto sagrado" (Víctor Mature, Richard Burton), al igual que las nacionales de Palito Ortega, las de Sara Montiel, y las de los mejicanos Miguel Aceves Mejías y Cantinflas también eran convocantes.
No es una novedad que el espacio arquitectónico del cine fue sustituido. No tan sólo por el mundo virtual, sino también por la dinámica electrónica, con Internet a la cabeza. Y eso se refleja en un cambio de paradigmas en las necesidades.
Principio y fin
Lo concreto es que el sábado 1 de agosto de 1959 la ciudad de Concepción alcanzó su éxtasis en materia de salas cinematográficas. Tal cual consignamos en LA GACETA (TUcumanos del 22/3), a los cines 25 de Mayo (Sirio Libanesa), Bar Mayo (Moreno al 1.300) y San Martín (Sociedad Española) se incorporó el Odeón (de Italia al 1.500).
La gran premier de la emblemática sala de la "Perla del Sur" se materializó con el primer filme de la saga de la princesa Sissi, que interpretaba la actriz austro germana francesa Romy Schneider. "La película, basada en la obra 'Sissys Brautfahrt', de Ernst Décsey y Gustav Holm, es un cuento rosa y romanticón. Un clásico de princesitas tipo Disney pero versión de carne y hueso, muy bien ejecutado y efectivo", describió Alberto Marranzino (h), hijo del último propietario de la inolvidable sala.
La profesora Susana Courtade, docente de la cátedra de Impuestos de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNT, fue una de las privilegiadas asistentes a aquella función inaugural del Odeón.
"Recuerdo que era muy chica cuando se inauguró el cine. Tenía seis años. Mis padres (Enrique y "Pacuchita") y mis tíos (Luis y Rolando, con sus esposas) integraban la sociedad propietaria de la sala junto con el matrimonio de don Alberto Marranzino y de su esposa, Dora. Mi madre, Francisca Zamora, poseía además la concesión del bar del establecimiento", describió la profesora Courtade.
Emprendimiento familiar
Marranzino (h) también destacó que en los comienzos el cine de Italia al 1.500 era un emprendimiento que involucró a seis o siete matrimonios o familias, quienes conformaron la Compañía Cinematográfica Odeón. Pero a partir de 1966 sus padres quedaron como únicos dueños. En ese lapso ellos fueron comprándoles las partes a los otros miembros de la sociedad en comandita. "El cine fue diseñado por el ingeniero Rolando Courtade. Estaba dotado de 850 butacas (650 plateas y 250 pullman en la parte alta). La pantalla se encontraba en la primera parte del escenario. Cuando se realizaban espectáculos musicales o teatrales era elevada", comentó.
Protagonistas
Courtade -que evocó la casa de música que sus padres poseían en 25 de Mayo, primera cuadra- destacó que en el Odeón se realizaron hasta asambleas de convocatorias de acreedores. "También funcionó como teatro -añadió-. Allí actuaron Los Chalchaleros y Los Fronterizos. Incluso una vez fue Luis Sandrini".
Ella no olvida una anécdota de la niñez: "una película que quería ver desde niña era 'Mondo Cane', un semidocumental italiano sobre civilizaciones exóticas. Pero era prohibida para 18 años. Y yo sólo tenía 11".
El Odeón de Concepción fue la última sala que se abrió y también la última que se cerró. El cine de la decimoquinta cuadra de la calle Italia abrió sus puertas en agosto de 1959 y el telón se bajó definitivamente en 1991. Tenía 400 metros cuadrados cubiertos y se erigió en una propiedad de José Alberto Marranzino.
El homónimo de uno de los fundadores de la empresa explicó: "antes de los 70 el cine fue cerrado para ser remodelado. Cambiamos las butacas viejas por otras anatómicas e inclinadas. Eso redujo la capacidad. Abajo quedaron 500 plateas y arriba se mantuvieron los 200 pullman. Además, se cubrieron las paredes con madera. Se repararon los cuatro extractores de un metro de diámetro para eliminar el aire viciado y sumamos más ventiladores sobre los laterales. También cambiamos los proyectores, que incluían lámparas de 1.600 vatios. Las máquinas era dos y automáticas, marca Herneman 7; con un botón se pasaban las películas de un proyector a otro".
El cine concepcionenses más convocante, al decir de sus habitantes, no exhibía películas que estaban bajo la explotación de la Cinematográfica del Norte, sino de otras distribuidoras. Estaba incluido en la Zona 2. Los filmes primero se estrenaban en Catamarca y desde allí se remitían a Concepción.
Marranzino (h) puso énfasis en que durante los casi 32 años que funcionó la sala los fines de semana se colmaba la capacidad. "Los lunes no había funciones, pero de martes a viernes se programaban dos: una familiar a las 18 y otra nocturna, desde las 21.30. Los fines de semana y feriados había tres funciones: matinée, familiar y por la noche", subrayó.
RECORD.- La mayor venta de entradas del Odéon se produjo en 1979. Ese año se exhibieron las películas "El campeón", de Franco Zeffirelli, con Jon Voight, Faye Dunaway, Rick Schroder y Jack Warden; "El cielo puede esperar", de Warren Beatty y Buck Henry, con el propio Beatty y Julie Christie; "Perdidos en la noche", de John Schlesinger, con Jon Voight y Dustin Hoffman; y "Expreso de medianoche", de Alan Parker, con Brad Davis, John Hurt e Irene Miracle.
MUSICA Y REVISTAS.- Los Iracundos, Sergio Denis, Adriana Aguirre y Moria Casan, entre otros, actuaron en la sala.
TAQUILLERAS.- Dora Yapur de Marranzino programaba la cartelera del Odeón. Los filmes que protagonizaban los franceses Ive Montand, Alain Delón, Jean Gabin, Jeanne Moreau y Jean Paul Belmondo y los italianos Vittorio Gassman, Marcello Mastroianni, Sofia Loren y Gina Lollobrigida eran éxitos de taquilla. Tambien los de Anita Ekberg, Brigitte Bardot y Marilyn Monroe.
CONVOCANTES.- Películas bíblicas como "Ben-Hur", "Los diez mandamientos" (Charlton Heston), "Moisés" y "El manto sagrado" (Víctor Mature, Richard Burton), al igual que las nacionales de Palito Ortega, las de Sara Montiel, y las de los mejicanos Miguel Aceves Mejías y Cantinflas también eran convocantes.
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