El autismo puede prevenirse si la futura mamá toma ácido fólico

El autismo puede prevenirse si la futura mamá toma ácido fólico

La ingesta de vitamina B9 es una medida preventiva que protege contra defectos del tubo neural.

14 Febrero 2013
Tomar suplementos prenatales de ácido fólico (vitamina B9) los primeros meses de embarazo reduce el riesgo de que los niños desarrollen trastornos del espectro autista (TEA) en un 40 %, según un estudio publicado en "The Journal of the American Medical Association".

Se estima que a uno de cada 88 niños en EEUU se les diagnostica un trastorno del espectro del autismo (TEA) y poco se sabe acerca de las causas. El ácido fólico es necesario para la síntesis y reparación del ADN en el cuerpo humano y su forma de origen natural, folato, se encuentra en las verduras de hoja, los guisantes, las lentejas, los porotos, los huevos, la levadura y el hígado, según publica el diario ABC.es.

La ingesta de suplementos de ácido fólico durante los primeros meses de embarazo protege contra la espina bífida y otros defectos del tubo neural en los niños.

Durante el embarazo
Los investigadores realizaron un seguimiento a 85.176 niños nacidos entre 2002 y 2008 y a sus padres. Analizaron si las madres habían tomado suplementos de ácido fólico durante el embarazo y si los bebés desarrollaban alguno de los trastornos del espectro autista.

Encontraron que la incidencia de autismo -el más grave de los trastornos de este espectro- era del 0,21% entre los descendientes de madres que no habían tomado ácido fólico al menos cuatro semanas antes de su embarazo y en las primeras ocho de la gestación. En cambio, entre aquellas que sí lo habían hecho el porcentaje se reducía al 0,10%.

Se identificaron 270 casos en la población de estudio (114 de trastorno autista, 56 del síndrome de Asperger, 100 de autismo atípico o no especificado, es decir, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado).

Aquellas madres que tomaron suplementos de ácido fólico al comienzo del embarazo corrían un riesgo 40% menor de dar a luz hijos con autismo en comparación con las madres que no lo consumieron. La reducción del riesgo se observó en quienes tomaron ácido fólico durante el intervalo de entre cuatro semanas antes y de ocho semanas después del inicio de la gestación. "También hay evidencias de que estos suplementos se asocian con un menor riesgo de problemas del desarrollo en niños, como el retraso del lenguaje", informaron los investigadores.

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