Las rejas no frenan a los vándalos que de noche invaden la casa Chavanne

Las rejas no frenan a los vándalos que de noche invaden la casa Chavanne

Los vecinos afirman que, a pesar de que está deshabitada, escuchan ruidos en su interior. Temen que sea demolida para construir un edificio.

TRISTE IMAGEN. Los graffitis que afean el muro prueban que las rejas no frenan a los vándalos; en el jardín delantero hay basura acumulada. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA TRISTE IMAGEN. Los graffitis que afean el muro prueban que las rejas no frenan a los vándalos; en el jardín delantero hay basura acumulada. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA
07 Agosto 2012
De noche, cuando la ciudad se vuelve un poco más silenciosa, empiezan los ruidos dentro de la casona. Detrás de las persianas cerradas y de las puertas y ventanas de vidrios rotos no vive nadie. Pero cada tanto los vecinos se dan cuenta de que hay movimiento. Lo afirmó Roberto Buffo, quien sostuvo que el portón de rejas cerrado con candado no detiene a los vándalos. Y los graffitis estampados en la propiedad lo confirman. La casa Chavanne se deteriora a fuerza de abandono, daños y mugre.

Buffo se mudó al pasaje Bertrés al 200 (entre Monteagudo y Rivadavia) en 2002. En aquel entonces la casa todavía estaba habitada por la familia Chavanne Nougués y su esplendor realzaba el pasaje tranquilo de Barrio Norte. "Cuando fallecieron los dueños comenzó el deterioro", contó el director de orquesta e ingeniero agrónomo.

Durante la mañana, el pasaje Bertrés (la casona está en el 249 de esa calle) parece conservar esa tranquilidad que alguna vez caracterizó a la zona Norte y que el desarrollo inmobiliario y comercial le ha ido quitando. Las casas de familia se levantan en las dos veredas y en la cuadra hay pocos comercios (el más conocido es un restaurante de comida árabe). Rolando Aragón caminaba por una de las aceras sombreadas por naranjos y, al pasar frente a la residencia, contó: "hace unos días vinieron a limpiarla un poco; no sé quiénes habrán sido. Pero es indudable que está abandonada".

En 2009 la casa fue la sede del Espacio DAR y albergó 22 intervenciones en las que se plasmaron las tendencias de diseño, iluminación, revestimientos, colores, muebles y decoración. Hasta hace no mucho tiempo perteneció a los descendientes de sus primeros propietarios.

Testigo y víctima
La casa de Buffo está pegada a la de Chavanne. Así que él ha sido uno de los principales testigos de su deterioro. Y también se ha convertido en su víctima. "Cuando quedó deshabitada los dueños pusieron un cuidador. Y después de la casa DAR quedó un consigna de seguridad privada. Pero desapareció más o menos en agosto del año pasado. Desde entonces se está viniendo abajo", protestó el vecino.

Intervenciones
El diseñador y organizador general de Espacio DAR, Omar Farhat, recordó que en 2009 la casa estaba muy deteriorada. "Cambiamos todas las instalaciones eléctricas y de agua. Se llovía por todos lados, le hicimos cocina y baños nuevos. Tratamos de rescatarla lo máximo posible", enumeró. Farhat agregó que una de las premisas principales de DAR es conservar los espacios que son intervenidos. "En aquel momento se analizaba la posibilidad de armar algún proyecto y alquilarla para eventos, arte y reuniones empresariales, pero lamentablemente no se concretó ninguna idea", lamentó el diseñador.

De hecho, los vecinos están esperando que en cualquier momento empiecen a demolerla para construir un edificio (la casa contigua hacia el este también está deshabitada y el terreno siguiente es un baldío).

Buffo recordó que hace una semana, aproximadamente, un grupo de personas ingresó a la vivienda, limpió el jardín delantero, levantó la basura que se había acumulado y colocó unas cortinas opacas en las puertas y ventanas en las que los vidrios estaban rotos (no pusieron cristales nuevos). Según él, esa fue la única mejora que se le hizo desde el verano, cuando LA GACETA publicó una nota sobre su abandono (24/01).

"En marzo apareció una enorme mancha de humedad en mi medianera. Yo no sé si es por algún caño que está roto o por filtraciones que se produjeron por las tormentas de verano -sostuvo-. De lo que estoy seguro es que la calidad de vida se vino abajo en el pasaje desde que la casa está vacía".

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