Blanca dijo que la obligaron a prostituirse en La Rioja y que una vez habló con Marita

Blanca dijo que la obligaron a prostituirse en La Rioja y que una vez habló con Marita

La mujer que se escapó de los prostíbulos riojanos rememoró sus días y noches de padecimientos Hoy continuará su declaración. Los defensores de los riojanos esperan su turno para interrogarla

EN OTRA SALA. Para que no pertuben a la testigo, los 13 imputados siguieron la declaración por circuito cerrado. LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO   EN OTRA SALA. Para que no pertuben a la testigo, los 13 imputados siguieron la declaración por circuito cerrado. LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO
04 Julio 2012
No es una testigo más. Por un lado, asegura que estuvo con María de los Ángeles "Marita" Verón en el local "Desafío", en La Rioja, entre los años 2002 y 2003. Pero además, es una testigo que tiene asistencia psicológica y psiquiátrica, como consecuencia de su difícil historia de vida.

Los 13 imputados por la desaparición de la joven no pudieron verle la cara. El tribunal dispuso que en la sala de audiencias solamente estuvieran presentes los abogados y la testigo, acompañada de su psiquiatra, la médica Graciela Balderrama. En una sala contigua, frente a un televisor, se ubicaron los acusados, que siguieron la declaración a través de una transmisión por circuito cerrado.

Al comienzo del debate, los abogados defensores, encabezados por Marta Toledo, trataron de rebatir la decisión de los jueces, argumentando que se atentaba contra el derecho de defensa. Pero el tribunal se mantuvo firme y comenzó el interrogatorio.

El primer viaje

Blanca, la testigo, tiene hoy 32 años. Es analfabeta, tiene cinco hijos y cobra solamente la asignación universal por uno de ellos. En 2002, según declaró, fue obligada a prostituirse por el padre de una de sus hijas frente al parque 9 de Julio. Hasta allí llegó un hombre, que le ofreció ir a trabajar al "Desafío" como copera. Como necesitaba dinero, quien la regenteaba accedió. Más tarde, dijo, se enteró de que la había vendido por $ 2.000 a "don Chenga".

El hombre que la llevó a La Rioja se presentó como Andrada, comentó Blanca. Sin embargo, cuando el ex policía riojano Pascual Andrada, imputado en la causa, se paró delante de ella, la testigo dijo no conocerlo. "Me llevaron a un boliche que parecía un castillo. Ahí me lo presentan a 'don Chenga', su madre 'Liliana' y al hermano del 'Chenga'", afirmó.

Las contradicciones de la testigo fueron varias si se las compara con las que prestó durante la instrucción, en relación a cómo llegó a La Rioja. En lo que se mantuvo firme es en que vio a una joven sentada, con la mirada triste, como perdida. "Les pregunté a las otras chicas quién era, y me respondieron que era la tucumana que estaban buscando, y que 'don Chenga' se la llevaba cada vez que había allanamientos", manifestó Blanca. Marita, según la declaración, era una "Doña", como se les dice a las mujeres de los "Dones". "No podíamos hablar con ella. A las 'doñas' hay que respetarlas", agregó la testigo.

Esa vez pudo escapar. Llegó a Tucumán, y al tiempo declaró en la causa Verón. Al año siguiente la secuestraron. "Me pusieron un pañuelo en la boca y me desvanecí. Me desperté y estaba en el 'Desafío'. Dijeron que me llevaban porque había contado lo de Marita", expresó Blanca. Las contradicciones señaladas por los defensores en este punto tienen que ver con el lugar donde se produjo ese secuestro. Hace nueve años había dicho que ocurrió en la calle Crisóstomo Alvarez, en la zona de El Bajo. Ayer, en cambio, afirmó que sucedió en un negocio de calle 24 de Septiembre, en el mismo barrio.

Lo que sí sostuvo Blanca es que en esta segunda oportunidad que estuvo en La Rioja, pudo hablar con Marita. "Le pregunté si ella era Marita Verón y me dijo que sí. Le conté que su mamá (Susana Trimarco) la estaba buscando y ella me contestó que la extrañaba mucho, al igual que a su hija. Y me aconsejó que me aleje de ella porque iba a tener muchísimos problemas", relató Blanca.

La cocinera del lugar le contó que iban a llevar algunas chicas a España. Esa noche, contó Blanca, Marita ya no estaba en el salón. Más tarde, la mujer, junto a otras dos chicas, se escaparon por un ventiluz, con la ayuda de un camionero que era cliente de Blanca. Una de esas chicas llevaba una carta que Marita le había escrito para su madre.

Pero en un puesto caminero, las dos muchachas que se habían fugado con Blanca, siempre de acuerdo a lo declarado en el juicio, fueron retenidas por la Policía. Blanca pudo zafar, porque se había escondido debajo de la cama que el camionero tenía en la cabina. Así pudo llegar a Tucumán. La carta, en cambio, quedó en tierras riojanas.

La declaración se suspendió a la tarde porque la testigo tuvo una crisis, y tuvo que ser medicada, según informó la secretaria Norma Díaz Volachec. Los defensores de los imputados riojanos esperan su turno para interrogar a Blanca, y tratarán de demostrar lo que, según ellos, es una gran mentira. Para los querellantes, es una muestra cabal de que Marita estuvo en La Rioja.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios