Hollande vislumbra una victoria histórica

Hollande vislumbra una victoria histórica

El Presidente galo quiere garantizarse el control parlamentario

LA CONFIANZA DE HOLLANDE. El Presidente almorzó ayer en un restaurant en Tulle, en el centro de Francia. REUTERS LA CONFIANZA DE HOLLANDE. El Presidente almorzó ayer en un restaurant en Tulle, en el centro de Francia. REUTERS
12 Junio 2012
PARÍS.- ¿Qué tan poderoso será realmente el nuevo presidente de Francia, François Hollande? Esta es la gran incógnita que se plantea en las elecciones para la Asamblea Nacional francesa.

Tras la primera vuelta del domingo, se perfila una victoria de la izquierda, lo que representaría un éxito histórico. Durante los 14 años de Gobierno del mandatario socialista François Mitterrand, la izquierda nunca tuvo la mayoría en la Asamblea Nacional y en el Senado.

Para Hollande, los comicios representan nada más y nada menos que el éxito de su Presidencia. Si quiere reformar el país de acuerdo con sus ideas y que la Nación siga finalmente un rumbo izquierdista tras años de gestión conservadora, es indispensable contar con una mayoría en la Cámara Baja. Sin los diputados no funciona el proceso legislativo.

"Sólo podré implementar el cambio si tengo la mayoría en la Asamblea Nacional", apuntó Hollande, en relación a su promesa electoral. La mayoría debería ser "grande, sólida y consistente", añadió en la campaña electoral.

Los resultados le dan al Partido Socialista (PS) al menos 283 bancas de las 577 en juego. De no alcanzar la mayoría absoluta, con el apoyo de los Verdes lograría la cifra necesaria de 289 escaños para el quórum en el recinto de debates.

La derechista Unión por un Movimiento Popular, del ex presidente Nicolas Sarkozy, habría logrado apenas un 27,1% de los apoyos, y a falta de un socio de coalición debería contentarse con representar a las filas de la oposición. Las estimaciones indican que habría alcanzado, como mucho, 263 bancas.

La canciller alemana, Ángela Merkel, cuya Unión Cristiano Demócrata (CDU) está asociada al UMP, apoyaría incluso a Hollande en la segunda vuelta de la próxima semana. Diplomáticos en París señalaron que, de cara al trabajo conjunto europeo, para Merkel es importante contar con un Presidente francés fuerte y con capacidad para actuar. Según dijeron, una situación de estancamiento político debido a la división de poder sería un escenario indeseado a raíz de la crisis de la eurozona.

Cogobiernos

Entre 1997 y 2002, el derechista Jacques Chirac debió cogobernar con una oposición que controlaba el Parlamento. Entonces, los socialistas del primer ministro, Lionel Jospin, lograron imponer reformas como la semana laboral de 35 horas.

Hoy, la UMP no cree que sea peligroso el cogobierno. Algunos de sus importantes dirigentes advirtieron que sin una fuerza que haga contrapeso, los socialistas llevarían al país a la ruina. Por ejemplo, el ex primer ministro, François Fillon, teme que las relaciones franco-germanas se deterioren muy rápidamente, porque de hecho fueron las responsables de que la crisis de la Unión Europea (UE) no haya sido aún más grave en los últimos años.

En Berlín y en París se descuenta que la relación entre Merkel y Hollande se tensará en breve. El estrecho vínculo entre Sarkozy y su par germana no agradaba a muchos franceses. En caricaturas de la dupla conocida como "Merkozy" se mostraba al pequeño francés colgando de la falda de la canciller.

Hollande quiere mostrar una escena completamente diferente. Mañana recibirá a dirigentes del opositor Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), con la idea de coordinar una estrategia para contrarrestar la crisis que atenaza la zona euro.

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