El esplendor se apaga a fuerza de abandono

El esplendor se apaga a fuerza de abandono

Los vecinos denuncian que los vándalos destruyen la residencia

TRISTE IMAGEN. Yuyales, graffitis, la puerta entornada y la ventana abierta son los signos visibles del abandono. LA GACETA FOTOS DE ANALIA JARAMILLO TRISTE IMAGEN. Yuyales, graffitis, la puerta entornada y la ventana abierta son los signos visibles del abandono. LA GACETA FOTOS DE ANALIA JARAMILLO
24 Enero 2012
La fachada es imponente y sus líneas remiten a las residencias señoriales de principios del XX, aunque es más moderna. La pintura está casi impecable y si uno la mira muy al pasar, podría llegar a pensar que está habitada. Pero basta con detenerse algunos instantes para advertir que no es así. De hecho, el estado en el que se encuentra la casa Chavanne es algo tétrico: una persiana del primer piso está inexplicablemente abierta y por más que un candado clausura el portón de rejas negras, la puerta principal está entornada. Parece una vieja dama aristocrática venida a menos: a pesar de la apostura soberbia no puede ocultar del todo los magullones de la pobreza. Por eso, mientras los yuyales crecen en el jardín delantero, sus vecinos temen que el abandono termine con los resabios de esplendor que todavía ostenta.

Miguel Ángel Jiménez dobló desde Monteagudo hasta el pasaje Bertrés y estacionó su Fiat gris en doble fila. Se bajó rápido, pero empezó a caminar más despacio cuando observó a la fotógrafa que captaba el frente aún coqueto de la casona que se encuentra en el 249 de esa calle (entre Monteagudo y Rivadavia). A los 56 años, su vida está ligada a esta cuadra con la cadena del recuerdo y de los afectos. La vivienda a la que estaba a punto de ingresar (en la vereda opuesta a la de Chavanne) fue de su padre y es donde ahora vive su hija.

"Es el símbolo del pasaje. Desde que tengo uso de razón me la acuerdo, porque me crié acá. Es una belleza que se está viniendo abajo. Un día apareció la puerta abierta; otro día, una ventana... Evidentemente, hay personas que se meten de noche. Así, yo no sé cuánto va a durar", lamentó.

La casa Chavanne fue construida en 1957 como residencia de la familia Chavanne Nougués. El proyecto estuvo a cargo de Raimundo M. Bulatti y la dirección técnica fue de Salomón Kaliman. En 2009 fue la sede del Espacio DAR y albergó 22 intervenciones en los que se mostraron las tendencias de diseño, iluminación, revestimientos, colores, muebles y decoración. Hasta hace no mucho tiempo perteneció a los descendientes de sus primeros propietarios.

"Tengo entendido que la vendieron hace uno o dos años. En cuanto terminó la casa DAR quedó desocupada, pero con un guardia de seguridad privada. Por eso, estaba en buen estado. Hará unos cuatro o cinco meses, el consigna desapareció y ahí empezó a deteriorarse", relató Felipe Salas, quien vive a una casa de por medio de la residencia Chavanne. Él presentó una nota en la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad en la que solicitó que el inmueble sea convertido en un centro cultural, en un café temático o que se le de alguna finalidad que permita conservarlo.

Inventariada

La casona está incluida dentro del Inventario de Sitios y Edificios de Valor Patrimonial de la Municipalidad en la categoría de Componente del Patrimonio, según explicó Luis Accardi, subdirector de Planificación Urbanística. Este inventario identifica edificios que poseen valores urbanos, arquitectónicos, históricos y culturales. Sin embargo, no impide que los propietarios les den el destino que quieran a los inmuebles.

Los vecinos del pasaje Bertrés temen que el abandono acabe con la casona o que sea el preludio de una futura demolición. "Ya son demasiadas las casas particulares construidas en el primer cuarto del siglo XX que se han perdido. En estos días se ha reactualizado el tema con respecto a la Casa Sucar, pero hay otra casa señera que actualmente está en un estado de lamentable abandono sólo esperando su demolición: me refiero a la Chavanne Nougués", denunció por medio de una carta el vecino Roberto Buffo. "Ojo: hoy no solamente está abandonada, sino que hay vándalos que la están destruyendo", agregó Salas.

Hay que anticiparse

Los especialistas en la historia de la arquitectura hacen una advertencia: la vivienda individual va perdiendo valor en la ciudad. "Las acciones deben realizarse antes de que la picota esté amenazando las casas. Hay que anticiparse y definir en qué sectores de la ciudad se le dará valor la vivienda particular. Es necesario hacer medidas de protección y no ir por detrás de los hechos", propuso Daniela Moreno, directora del Instituto de Historia y Patrimonio de la Facultad de Arquitectura de la UNT.

Miguel Ángel Jiménez se apoyó sobre la fachada de la casa de su hija y se puso a mirar la de Chavanne. "Esa casa es una belleza...", suspiró. Del otro lado de la calle, la casona se mostraba aún soberbia, a pesar de los golpes que le viene dando el abandono. Ojalá que no la deje knock out.

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