"Estamos ilusionados con pelear el ascenso"

"Estamos ilusionados con pelear el ascenso"

El alero habla de su buen presente en Progresista

EN FAMILIA. Junto a sus padres, Sergio y Nora, y su hermanita Sofía. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA EN FAMILIA. Junto a sus padres, Sergio y Nora, y su hermanita Sofía. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA
09 Enero 2012
Sólo algunos días cobijándose al calor de los afectos le bastaron a Pablo Sebastián Osores (25 años, 1.94 m, alero) recobrar energías, antes de partir nuevamente hacia Villa Ángela (Chaco), el destino que le deparó su vida basquetbolística profesional.

El presente le sonríe: su equipo, Unión Progresista, terminó como puntero de la Zona Norte del Torneo Nacional de Ascenso con 30 unidades (12 victorias y seis derrotas). Y en el arranque del TNA1, lo espera nada menos que el clásico de la ciudad con Alvear.

Antes de regresar al suroeste chaqueño, Pablo describió sus sensaciones. "La verdad es que estoy muy bien, más que nada en lo deportivo. Fuimos primeros en la zona y tenemos grandes ilusiones de poder pelear el ascenso a la A. Contento por eso y cada vez acostumbrándome más a vivir solo", cuenta acerca de su segunda experiencia fuera de la provincia.

Hace algunos años, partió a Mendoza para fichar en Anzorena (Liga B). "Allá estuve con dos compañeros más, era distinto. Pero la estoy llevando bien en Villa Ángela, aprendiendo a darme vuelta. Te acostumbrás porque es una ciudad no muy grande, cerca de 40.000 habitantes. En casa estoy habitualmente con la tele, duermo siesta y de ahí a entrenar o jugar", refiere.

Cuando Tucumán BB perdió la plaza del TNA, no había demasiadas opciones para él. "Fue medio complicado; todos los equipos ya estaban prácticamente armados. No salían propuestas, parecía que me quedaba a jugar en Alberdi o irme a Huracán de Trelew, pero mi agente (Martín Budding) se movió rápido y de un día para otro surgió lo de Progresista. No dudé ni un instante y me fui para allá", recuerda sobre su llegada al club villangelense.

Contento con su aportación individual, Pablo sabe que él y su equipo deben afrontar la etapa más dura del torneo. "En lo individual, estoy dando lo que el técnico (Jorge Lobera) espera de mí y, además, ocupo mi posición natural que es la de alero. El nuestro es un equipo muy largo. Allá me tratan muy bien, más no puedo pedir", cierra el diálogo con una sonrisa.

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