Coleccionar arte implica una gran responsabilidad

Coleccionar arte implica una gran responsabilidad

Alejandro Ikonicoff, experto en el tema, apunta que lo monetario es una parte pequeña del valor de una obra.

EN SU ESTUDIO-CASA. El empresario subrayó las diferencias entre un coleccionista y un ocasional comprador de arte. La pasión es una de ellas.  FOTO DE ROSANA SCHOIJETT EN SU ESTUDIO-CASA. El empresario subrayó las diferencias entre un coleccionista y un ocasional comprador de arte. La pasión es una de ellas. FOTO DE ROSANA SCHOIJETT
15 Diciembre 2011
"Alejandro Ikonicoff encarna uno de los prototipos más interesantes de esta generación de coleccionistas que nació con el siglo XXI, así como Gustavo Bruzzone es sin dudas el coleccionista más emblemático del arte argentino surgido en los últimos años del siglo pasado". Así presentó el diario "La Nación" a Ikonicoff, quien brindará un taller sobre coleccionismo en Tucumán. Además participará en una mesa panel que hoy a las 11 se realizará en la Facultad de Artes. Durante una charla con LA GACETA, Ikonicoff apuntó que lo monetario es una parte pequeña del valor de una obra.

-¿Qué diferencia a un coleccionista de un comprador de arte?

- El armado de una colección radica en encontrar un discurso que nos identifique en la selección generada. Es un diálogo entre toda esa edición de objetos que se traduce en un hilo conductor y esto nos genera a su vez una relación identitaria con dicha selección. Además de tener ciertas obligaciones en relación con su selección y con el medio, como por ejemplo: evolucionar, investigar, mostrar e informarse sobre lo que está representando. El comprador ocasional de arte, en cambio, no siente esa responsabilidad y pasión que tiene todo aquel que se involucra con las artes plásticas desde el armado de una colección.

-¿La colección de arte contemporáneo se compara al resto de obras clásicas, por ejemplo?

-Lo contemporáneo está relacionado con el tiempo en que uno se desarrolla. Lo clásico y lo contemporáneo son términos muy amplios como para definir algo tan especifico como ese discurso en el que todo coleccionista está involucrado. Lo importante de una colección radica en ese hilo conductor que identifica su mirada, cada quien puede relacionarse desde el lugar que lo desee, no hay reglas, siempre y cuando encuentre, en su edición, el discurso que lo represente.

-¿En qué consisten tus clínicas?

- Transcurrían 2006/7 y al haber pasado un tiempo sin que aparecieran nuevos actores en el medio relacionados con el coleccionismo se me ocurrió traducir un lenguaje que se utiliza en las artes en general. Un artista ya legitimado da cuenta de su experiencia y por medio de la crítica genera nuevos formatos de pensamiento en ese nuevo artista. En las clínicas, por medio de la ejemplificación, se buscan generar herramientas honestas para que nuevos actores puedan desarrollarse y así armar ese esquema de contención necesaria para que nuestros artistas puedan desarrollarse profesionalmente, correspondiendo al nivel de excelencia de trabajos que generan. Tras haber hecho tres ediciones en Buenos Aires, y gracias al apoyo de arteBA Fundación y de muchos de mis colegas, decidí que era hora de hacerlas en todas las provincias. Ya tuvimos dos ediciones en Salta y Córdoba y el año que viene la realizaremos en Tucumán con el apoyo y el aval de muchos de los actores más importantes del medio local.

- ¿Se colecciona en función del gusto o como inversión?

- Lo bueno de ser coleccionista es que es el mejor lugar para imponer tus propias reglas. Salvo las personas con las que compartís tu cotidianidad no hay nadie que pueda decirte algo relacionado con parámetros preexistentes, una colección es un discurso muy personal. Lo monetario es una parte pequeña del valor de una obra.

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