"Esto es un modo de morir"

"Esto es un modo de morir"

31 Julio 2011
Las lágrimas de los fieles no alcanzaron para aflojar la determinante voluntad con la que el viernes se cerraron las puertas del oratorio El Salvador, en el barrio Obispo Piedrabuena. El párroco Miguel Alderete Garrido indicó que, pese a los reclamos y las súplicas de los adoradores, no hubo novedades ni cambios tras la decisión de monseñor Luis Villalba. "Los vecinos continúan shockeados. Estoy instándolos a que se calmen y a que oremos, aunque reconozco que obedecí la orden con dolor. Me hice cura para abrir puertas, no para cerrarlas. Por eso, ahora me pongo en las manos del arzobispo para ser guiado por él en los trámites pertinentes para irme bien de la Arquidiócesis tucumana. No tengo animosidad, pero di mi vida por la Eucaristía y siento que esto (la clausura del oratorio) es una manera de morir", declaró. Irma Fernández, vecina de la zona, indicó entre lágrimas que lo que más le duele a esa comunidad es que Villalba no se haya hecho presente en el barrio. "Debe escuchar lo importante que es esta parroquia para nosotros", explicó.

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