Girar en U y a la izquierda, esa maldita costumbre

Girar en U y a la izquierda, esa maldita costumbre

Sabés que está mal, pero lo mismo lo hacés. ¿Qué sucede con el respeto a estas leyes de tránsito? Una baja percepción del peligro.

26 Julio 2011
Mientras él espera en la mitad de la platabanda, una hilera de automóviles frena -a veces abruptamente- y se amontona hasta que el conductor concreta su maniobra. El giro a la izquierda o en U parece ser una mala costumbre que los tucumanos encuentran bastante seductora. Mas aún, si no hay carteles que expresamente lo prohíban o policías de tránsito apuntando patentes con el anotador. Sin esto, es como darles una tarjeta verde para avanzar. Pero la ley es clara: esas maniobras están prohibidas.

Los especialistas en seguridad vial aseguran que esta costumbre está siendo erradicada en todas las provincias porque es sumamente peligrosa, sin embargo en Tucumán el giro a la izquierda en algunas avenidas todavía se realiza. El giro en U hace tiempo que se ha convertido en una infracción a las normas de tránsito, pero más de un tucumano emprende la vuelta, ignorando la peligrosidad de esta maniobra.

"El problema es que la gente cree que puede evaluar si hace el giro o no, cuando en realidad las leyes son clarísimas y lo prohíben", explica Analía Giosa, coordinadora de Alerta Vial. Como ella lo explica, es algo así como pensar si se debe robar o no, sólo que muchos conductores no ven en su maniobra la causa de un accidente. No tienen conciencia de que es un delito o consideran que las leyes de tránsito son de segunda categoría, que se las puede cumplir o no.

"Cuando se hace una encuesta el 90% contesta que tomar alcohol y manejar está muy mal; sin embargo, si uno le pregunta si alguna vez lo hizo, muchos contestas que sí. Lo mismo cuando se los interroga acerca de si se puede manejar mientras se habla por celular y contestan que no; pero luego reconocen que lo hacen", ejemplifica Giosa. Algo similar sucede con estas prácticas: el automovilista sabe que no está bien hacerlo, pero cuando puede saca ventaja y pega el volantazo.

¿Qué hay que hacer?

Carlos Soto, interventor de la Dirección de Tránsito, es claro: "aunque no haya carteles, en todas las avenidas el giro a la izquierda y en U está prohibido".

En algunas avenidas, como la Mate de Luna, directamente se cerraron algunas aberturas de la platabanda y se colocaron honguitos que permiten el paso peatonal o de personas en sillas de ruedas. "La medida fue tomada para agilizar el tránsito, para evitar los cruces también desde las calles internas", explicó el interventor.

La pregunta es: ¿en qué situaciones, entonces, el giro a la izquierda estaría permitido? "Sólo si hay un semáforo que indique el giro o si existe una dársena de espera", explica Eduardo Bertotti, director del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV).

Pero los conductores argentinos - como les gusta repetir a las abuelas- son hijos del rigor y si no sienten que los controlan y que los pueden multar por eso, no cambian los hábitos. "La falta de criterio al manejar es muy común y son muchos los accidentes que generan estas maniobras intempestivas. Sólo con control se pueden erradicar", agrega Bertotti.

Un rasgo común que comparten los que se sientan frente al volante - agrega- es que poseen una baja percepción del riesgo y una gran temeridad.

Algunos justifican su accionar, diciendo que no hay carteles que prohíban el giro. Claro que muchas veces el cartel ha sido robado o destruido. "Todos los años renovamos la cartelería; por ejemplo, a principio de año pusimos los de ?cuidado escuela? y seguramente el año que viene vamos a tener que renovar el 80%", indica el interventor. El nivel de vandalismo es alarmante.

"El desafío es enfrentar el pensamiento que concibe que el accidente es algo del destino, algo que ?tenía que pasar?, cuando en realidad es algo prevenible", agrega Bertotti.

Para los especialistas en seguridad vial, hay dos pasos clave: la información y educación vial que permita formar usuarios de la vía pública "civilizados" y, si esto no funciona, entonces apelar al control y a las multas. "Lo bueno sería que todos entendieran que si dejan de evaluar ganamos todos. Respetar la ley es respetar al otro", añade Giosa.

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