Los que están solos no son los aislados sino los desconectados

Los que están solos no son los aislados sino los desconectados

Innovadora visión de una argentina sobre el impacto de la tecnología en las relaciones humanas

ANTECEDENTE. El Robinson Crusoe de Defoe (1719) reflexionó sobre la soledad. Una investigadora cordobesa actualiza ahora la situación. ANTECEDENTE. El Robinson Crusoe de Defoe (1719) reflexionó sobre la soledad. Una investigadora cordobesa actualiza ahora la situación.
02 Mayo 2010
Comunicación
ROBINSON CRUSOE YA TIENE CELULAR
ROSALIA WINOCUR
(Siglo XXI - Buenos Aires)

La vida y extrañas y sorprendentes aventuras de Robinson Crusoe, es el título original de ese libro fundacional de Daniel Defoe, publicado en 1719, que narra las aventuras de un hombre que naufraga y vive solo en una isla desierta durante muchos años.
En rigor, está considerada la primera gran novela inglesa y es uno de los clásicos más leídos de todos los tiempos, pero también es una de las primeras reflexiones narrativas sobre la soledad, la sociedad y las relaciones humanas.
Sobre esta base se inspiró Rosalía Winocur, investigadora cordobesa radicada en México, para abordar su último trabajo, Robinson Crusoe ya tiene celular, en el cual analiza los componentes de la soledad, de la sociedad y de las relaciones humanas, pero atravesados por un cuarto elemento: la tecnología.
Este libro, publicado por Siglo XXI Editores y la Universidad Autónoma Metropolitana de México, se desarrolla sobre una plataforma de estudios comunicacionales y antropológicos avanzados, y es innovador en abundancia. Los nuevos objetos tecnológicos ya no son sustitutos de antiguas tecnologías sino que forman parte integradora de la vida y de las relaciones humanas de los hombres actuales.
"Los que están solos ya no son los que están aislados, sino los que están desconectados (de internet y el celular)", dispara Winocur.
"Mientras más trascendemos, nos liberamos y tenemos posibilidades de ejercer nuestras individualidades, más socialmente nos vamos enganchando en redes de disciplinamiento social", agrega, provocadora, como en casi todo el relato.
Lo mejor del libro es que es novedoso, inteligente, profundo, riguroso y, pese a su inflexibilidad académica, es llevadero, entretenido y para todo público. No cae en el peor y más común de los pecados académicos: aburrir y agobiar con barrocos tecnicismos, propios de las limitaciones narrativas. Winocur aborda complejas interpretaciones semióticas con simpleza casi periodística.
"Las redes sociales en línea nos vuelven absolutamente visibles y multiplican nuestro capital social, el celular nos permite extender virtualmente los lazos protectores del hogar y, desde que estamos conectados, nos sentimos menos angustiados y más seguros. Estar comunicados a toda hora y en todos los lugares se ha vuelto algo perentorio e indispensable", resume la autora con optimismo. Porque en esto también Robinson Crusoe ya tiene celular hace una diferencia respecto de otros trabajos sobre redes sociales online, tecnología y relaciones humanas. Internet no es el demonio ni ha venido a destruir "todo lo bueno" que teníamos, sino todo lo contrario. Y en este libro está suficientemente argumentada y justificada la razón de por qué hoy vivimos mejor que antes, más conectados, menos solos, menos angustiados y más contenidos.
© LA GACETA

Federico Türpe

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