Evo, Cristina y la dieta del pollo y del chancho

Evo, Cristina y la dieta del pollo y del chancho

Los presidentes de Bolivia y de Argentina sorprendieron con sus comentarios acerca de las propiedades (buenas y malas) de distintas carnes. Los nutricionistas afirmaron que ni el pollo tiene hormonas femeninas ni el cerdo es afrodisíaco. En la calle, los ciudadanos se ríen de las ocurrencias de los mandatarios.

25 Abril 2010
Risas e indignación. Dos tipos de reacciones causaron en Tucumán las desopilantes declaraciones de Evo Morales sobre la ingesta de pollo y su relación con la homosexualidad y la calvicie. Mientras el ciudadano común respondió con humor y no las tomó en serio ("los políticos dicen cualquier cosa porque ya saben que nadie les cree"), los "especialistas" en la materia se enfurecieron. Nutricionistas, productores de pollo y médicos sexólogos consideraron una falta de respeto "hablar cuando no se sabe porque se confunde a la población con conceptos erróneos". Para ellos los dichos del presidente de Bolivia cayeron como "sobre llovido mojado" porque antes la mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, había expresado que comer cerdo aumenta la actividad sexual: "Es mucho más gratificante comerse un cerdito a la parrilla que tomar Viagra", había dicho Cristina.

"¿Qué les pasa a los presidentes? Parece que el poder no sólo corrompe, como solíamos decir con mi amiga Genié Valentié, sino que además les perturba el cerebro, mucho más que comer pollo y cerdo", comenta con una media sonrisa el escritor Osvaldo Fasolo. En la calle, las ocurrencias presidenciales son celebradas. "Fuimos a comer afuera y le digo a mi novia: vos pedí pollo y yo cerdo ¿dale?", cuenta con una carcajada Santiago Santillán, de 32 años.

En las pollerías del Mercado del Norte, los comentarios de Evo son una fuente inagotable de chistes y cargadas. "Si fuera cierto lo que dice el presidente entonces todos seríamos gay, porque pollo es lo que más se come. Yo lo consumo todos los días cada vez me gustan más las mujeres, y menos los hombres porque son mentirosos", bromea Jorge Arias, que es "pollero de toda la vida". "¿Si se vende menos? ¡No!, al contrario. Sucede como cuando dicen que el pollo va a subir de precio, todo el mundo se apura a comprar más antes de que se acabe", añade.

Indignados

Los productores avícolas no recibieron con tanta simpatía los exabruptos de Evo. La Asociación Brasileña de Productores y Exportadores de Pollo (los brasileños son los mayores exportadores del mundo) repudió las declaraciones. Lo mismo hizo su par de Bolivia. "Lo que dijo Morales realmente cayó mal", le dijo Pedro Lord, de Avícola Ohuanta a LA GACETA. "No hay nada más falso que decir que al pollo se le ponen hormonas femeninas, esa es una creencia infundada, que circulaba desde que yo era chico. En ningún lugar del mundo se le agrega eso. El pollo come alimento balanceado a base de elementos vegetales. Como es un animal híbrido, es decir que proviene de un cruzamiento de dos razas, tiene más capacidad de crecimiento que el pollo de campo. Se le da una dieta balanceada, que contiene 60% de maíz, 30% de soja, y el resto de harina de carne de vaca, que es un subproducto que tiene mucha proteína y aminoácidos", explica. "Hoy en día el 50% de la ganadería come alimento balanceado, la vaca ya no sale a pastar", añade impaciente.

Los nutricionistas son los más enojados. "No hay ninguna sustancia afrodisíaca conocida en la carne de cerdo", aseveró el propio Alberto Cormillot, al ser consultado acerca de las declaraciones de la presidenta Fernández Kirchner. Por el contrario, el famoso especialista dijo que "la carne de cerdo es más bien un alimento pesado, de digestión lenta y que no favorece el encuentro sexual, está probado que se puede comer cerdo hasta reventar y el único efecto que puede provocar es que caiga pesado", dijo desbaratando las recomendaciones de Cristina. En Tucumán, el médico nutricionista Francisco D? Onofrio está indignado: "me extraña que la sociedad científica no se haya expedido aunque en lo personal mandé un correo a la Sociedad Argentina de Nutrición", comentó. "Esto (refiriéndose a los conceptos de ambos presidentes) es lo que yo llamo charlatanerismo nutricional. No tiene fundamento científico y como lo dice la máxima autoridad de un país es muy grave, porque confunde a la población. Por empezar el pollo no es inyectado con hormonas femeninas, eso es un mito. Eso no ocurre en ningún lugar del mundo. Lo que sí se utiliza dentro de la alimentación, en un porcentaje limitado, es un derivado de la soja, que es un fitoestrógeno, pero eso también se le da de comer a los cerdos y las vacas. Otro concepto erróneo de Evo es que si los hombres comen pollo que según él contiene hormonas femeninas se quedan calvos. Todo lo contrario, porque la calvicie es por exceso de andrógeno. En cuanto a la carne de cerdo es positiva porque tiene grasa Omega 3, que es para el corazón y las arterias, es más sana que la vacuna", contó. Nadie, hasta ahora, demostró virtudes afrodisíacas para la carne de chancho.

"La homosexualidad no pasa por la ingesta de ningún alimento, está determinada por una serie de factores, y además no se sabe bien el origen real. La presidenta había dicho también que la testosterona influye en la libido cosa que tampoco es así. Hay un desconocimiento total del tema. Esto es muy grave porque la población comienza a repetir este falso concepto", dijo el médico Carlos Zain, quien, en su consultorio, se vio obligado a aclarar el tema cada vez que sus pacientes le preguntaban si era cierto lo que habían dicho los presidentes.

En el ambiente gay, las palabras de Evo también cayeron como un balde de agua fría. Aunque algunos lo tomaron con cierto humor. Esteban Paulón, secretario general de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, que estuvo en Tucumán, comentó: "en mi casa no se comía tanto pollo, siempre nos gustó más el asadito, la carne de vaca, y sin embargo, soy gay desde chiquito", dijo con simpatía.

Las declaraciones

"Yo desconocía que la ingesta de cerdo mejora la actividad sexual", había dicho la mandataria cuando firmaba un acuerdo con representantes de la industria de carne porcina. En tanto el presidente Morales declaró al inaugurar en Cochabamba la I Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático y la Madre Tierra: "el pollo está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos tienen esas desviaciones en su ser como hombre". Luego pronosticó que en 50 años el planeta estará lleno de calvos por el mismo motivo, tendencia que aseguró ya se puede notar en Europa, donde "casi todos son calvos", afirmó. Los aplausos dieron lugar a los silbidos, en Bolivia y en el resto del mundo. Y hasta ahora, ni pocos dejaron de comer pollo, ni muchos se volcaron hacia el cerdo.

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