15 Abril 2010
CIUDAD DEL VATICANO, Roma.- El papa Benedicto XVI llamó hoy a los cristianos a hacer penitencia y a reconocer los errores cometidos, al referirse a la indignación provocada por la revelación de numerosos casos de curas pedófilos en la Iglesia.
"Nosotros, en los últimos tiempos, hemos evitado la palabra penitencia", reconoció durante una misa celebrada en la capilla Paulina. "Ahora, tras los ataques del mundo que hablan de los pecados, vemos que es necesario reconocer lo equivocado de nuestra vida", afirmó ante los eclesiásticos que asistían.
"Hay que abrirse al perdón y dejarse transformar", instó Benedicto XVI. "El dolor de la penitencia quiere decir purificación y transformación. Esa es la gracia: significa renovación y es obra de la misericordia divina", agregó.
Tales palabras fueron interpretadas como una suerte de mea culpa. Se trata de la primera vez que el Sumo Pontífice se refiere directamente a las críticas por la actitud negligente de la más alta jerarquía de la Iglesia católica ante las denuncias de curas pedófilos.
Benedicto XVI fue acusado por importantes medios de prensa (alemanes y estadounidenses) de haber cerrado sus ojos ante la problemática. Las palabras de hoy vinieron además a aplacar la indignación que provocaron los dichos del cardenal Tarcisio Bertone, que hace dos días vinculó la pedofilia con la homosexualidad.
"Numerosos psiquiatras y psicólogos han demostrado que no existe relación entre celibato y pedofilia, pero muchos otros, y me lo han confirmado recientemente, han asegurado que existe una relación entre la homosexualidad y la pedofilia", había dicho el secretario de Estado del Vaticano.
Estas aseveraciones causaron gran indignación en las comunidades gay de todo el mundo. Por ello, el padre Federico Lombardi tuvo que aclarar que su colega se refería a la problemática de los abusos en el seno de la Iglesia, y no en la población mundial.
Según Lombardi, el 60 % de los sacerdotes acusados de abusos sexuales son gays y manifiestan atracción hacia adolescentes, según datos estadísticos de la Congregación para la Doctrina de la Fe, consignó el diario "La Nación". (AFP-NA-Especial)
"Nosotros, en los últimos tiempos, hemos evitado la palabra penitencia", reconoció durante una misa celebrada en la capilla Paulina. "Ahora, tras los ataques del mundo que hablan de los pecados, vemos que es necesario reconocer lo equivocado de nuestra vida", afirmó ante los eclesiásticos que asistían.
"Hay que abrirse al perdón y dejarse transformar", instó Benedicto XVI. "El dolor de la penitencia quiere decir purificación y transformación. Esa es la gracia: significa renovación y es obra de la misericordia divina", agregó.
Tales palabras fueron interpretadas como una suerte de mea culpa. Se trata de la primera vez que el Sumo Pontífice se refiere directamente a las críticas por la actitud negligente de la más alta jerarquía de la Iglesia católica ante las denuncias de curas pedófilos.
Benedicto XVI fue acusado por importantes medios de prensa (alemanes y estadounidenses) de haber cerrado sus ojos ante la problemática. Las palabras de hoy vinieron además a aplacar la indignación que provocaron los dichos del cardenal Tarcisio Bertone, que hace dos días vinculó la pedofilia con la homosexualidad.
"Numerosos psiquiatras y psicólogos han demostrado que no existe relación entre celibato y pedofilia, pero muchos otros, y me lo han confirmado recientemente, han asegurado que existe una relación entre la homosexualidad y la pedofilia", había dicho el secretario de Estado del Vaticano.
Estas aseveraciones causaron gran indignación en las comunidades gay de todo el mundo. Por ello, el padre Federico Lombardi tuvo que aclarar que su colega se refería a la problemática de los abusos en el seno de la Iglesia, y no en la población mundial.
Según Lombardi, el 60 % de los sacerdotes acusados de abusos sexuales son gays y manifiestan atracción hacia adolescentes, según datos estadísticos de la Congregación para la Doctrina de la Fe, consignó el diario "La Nación". (AFP-NA-Especial)
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