El show de 1988 se vivió con euforia y represión policial

El show de 1988 se vivió con euforia y represión policial

En la primera presentación de Los Fabulosos Cadillacs en Tucumán hubo disturbios y detenidos. "La mala crítica fortalece", dijo Flavio Cianciarullo.

21 Noviembre 2009
La única vez que Los Fabulosos Cadillacs actuaron en Tucumán fue en lanoche del sábado 15 de mayo de 1988, en el club Floresta. El grupoestaba por lanzar su tercer disco, "El ritmo mundial", y ya estabatransitando el camino al éxito internacional que no tardó en llegar.
Labanda se había formado tres años antes, y aunque sus primeros shows nofueron del agrado del público, de a poco fue asentándose, a pesar deque la crítica y gran parte de los músicos de entonces denostaban algrupo de ska que daba batalla desde el underground.
"Hoy ocupamosun lugar al que no fue fácil llegar, aunque tuvimos mucha suerte por eléxito al salir del under", explica Flavio Cianciarullo. "Nos sentíamossapos de otro pozo, y lo éramos, y tuvimos la suerte de pasar bastanterápido al mainstream, que es la popularidad dicho en criollo, aunque lacrítica analítica e intelectual nos dio con todo, lo que nos tiene sincuidado", añade.
Sr. Flavio dice que "la mala crítica fortalece,enseña, y si el enemigo te quiere hundir, debe elogiarte, porque lacrítica estimula a trabajar bien", confirma.
Entre 1986 y este año,LFC grabaron 17 discos, de los cuales tres son compilaciones. El últimotrabajo, que incluye nuevas versiones de temas viejos y algunosinéditos, es "El arte de la elegancia", editado recientemente.

Gases y presagios
Aquellanoche tucumana es recordada por la fiesta que vivieron unos 2.500tucumanos. Pero también por la represión policial que se desató antesdel inicio del show. Policías antimotines arremetieron primero contraquienes aguardaban en la puerta del club, y avanzaron hacia el interiordel local, arrojando gases y balas de goma. Los espectadoresencendieron fogatas para evitar que los afectaran los gases, y hubovarios detenidos. Sin embargo, pocos llegaron a las comisarías, porquemuchos se fueron desprendiendo de las camionetas policiales en elcamino.
Son anécdotas e imágenes de otros tiempos. Después de eso,y con los ánimos ya en calma, empezó la fiesta. Y la banda se preparabapara dar el salto, para convertirse en leyenda, tal vez a conciencia."Somos una moda que va a prolongarse 25 años... ¡yo te avisé!", le dijoen esa oportunidad a LA GACETA Vicentico, en un rapto de clarividencia.


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