Hay parejas que se mimetizan tanto que marido y mujer llegan a parecer hermanos

Hay parejas que se mimetizan tanto que marido y mujer llegan a parecer hermanos

Los gestos y los estados de ánimo compartidos llevan a que hasta los rasgos faciales se asemejen, según demostró un estudio. Las similitudes se dan inclusive en lo físico y en las actitudes. No se lo proponen; se identifican en forma inconsciente.

27 Septiembre 2009
Ella era rubia, pero ahora tiene el pelo cada vez más oscuro, como el de su pareja. El decidió usar flequillo, igual que desde hace años lo tiene ella. Cuando salen, siempre eligen vestirse con los mismos colores. Hace 12 años que están juntos y sus amigos suelen decirles: "ya parecen hermanos". Piensan parecido, tienen idénticos gustos para los libros, el cine y la comida y hasta cuando se ríen o hablan lo hacen con los mismos gestos. Irina y Miguel Bertolini, que se conocieron mientras estudiaban juntos Derecho, reconocen que con el paso del tiempo se fueron mimetizando. Pero aseguran que no fue a propósito.
Después de un tiempo de estar juntas, las parejas se van pareciendo, se parecen cada vez más. Este hecho, aunque parezca absurdo, gana respaldo científico. Además, los especialistas aseguraron que estar en sintonía con la persona que uno ama hace más felices a los matrimonios.
Muchos reconocen que hay algún aspecto que tienen idéntico a su pareja. No era algo que tenían antes de estar juntos. Pero ahora lo han incorporado como propio.
"Entre mis amigas, es normal que cuando se enamoran empiecen a mirar fútbol, a gustarles los autos, a andar de jeans, zapatillas y hasta camisas de hombre", contó Leonor Callieri, de 27 años. Esto no es todo. Cecilia Roldán, de 41 años, relató que al reunirse con su grupo de conocidas siempre se nota cómo fueron cambiando con el paso del tiempo para parecerse cada vez más en los gestos y actitudes a la persona con la que se casaron.
A los varones les cuesta más reconocer que se mimetizan con su pareja; quizás porque dicen que eso los hace sentir "pollerudos" o afeminados. Sostienen que el único momento en que  suelen asemejarse a sus esposas es cuando están en la dulce espera. "A mí me daban náuseas y tenía antojos. Además, me creció la panza, por lo menos, hasta los ocho meses", apuntó Carlos Romano, de 39 años. Sus amigos sintieron lo mismo, aseguró. Eso sí, insistió en que ahora no se asemeja en nada a su esposa.
Compartir el estilo de vida no sólo hace que las parejas se mimeticen en actitudes, gestos y hábitos. También llegan a parecerse físicamente, según está probado por diferentes estudios realizados en todo el mundo.
En un trabajo llevado a cabo en la Universidad de Michigan (EE.UU), los estudiantes encontraron un 70 % de similitudes al emparejar fotos de hombres y mujeres que llevaban casados 25 años.  La investigación sostiene que las parejas se parecen físicamente debido a que comparten hábitos alimenticios, experiencias emocionales y estilos de vida. Estas vivencias se ven reflejadas en su cara. Otro de los resultados fue que parejas que tienen una personalidad similar tienden a permanecer más tiempo juntas.
El psiquiatra Oscar Fiorio explicó que con el paso de los años en las parejas se acentúa el proceso de identificación; esto se produce cuando uno de los miembros toma como propio un aspecto que es del otro y lo repiten. "Se copian. Hay algunos matrimonios cuyas similitudes son asombrosas", resaltó el especialista. "No es que se lo proponen; se identifican en forma inconsciente", especificó. Fiorio también habló del papel de las neuronas espejo, un grupo de células nerviosas que se activan cuando se observa a una persona realizando una acción. Estas neuronas son muy importantes en la primera etapa de la vida de las personas; por eso no es raro ver que los hijos se parezcan tanto a los padres en sus actitudes y gestos.
En el caso de algunas parejas, aunque no comparten los mismos genes, pareciera que un factor externo hubiese incidido para que se modificara esa historia genética. De acuerdo a la investigación realizada en EE.UU, el fenómeno se debe a que con el paso de los años comparten estados emocionales y los gestos que los acompañan. El rostro es el área del cuerpo de mayor gesticulación. Por eso, los más de 20 músculos que hay en la cara se contraen y relajan en distintos grados. Así aumenta o disminuye la sangre que lleva a los distintas zonas de la cara, variación que se va sincronizando en las parejas que viven las mismas reacciones. Este ejercicio hace que las facciones se vayan asemejando. Que sus rostros pierdan o ganen volumen en áreas similares y que las líneas de expresión se distribuyan en forma parecida.
De acuerdo al trabajo, publicado en varios sitios web, a mayor interdependencia, la dinámica se acentúa, al igual que el parecido entre los integrantes de la pareja.

Los parecidos, paso a paso
- Lo primero que se suele mimetizar es la forma de hablar.
- Las parejas se imitan en sus gestos con el paso del tiempo.
- También suelen adquirir el mismo estilo para vestirse.
- Comienzan a compartir los mismos gustos para la comida.
- Se asemejan en las mañas y estilos de vida.
- Se parecen en lo físico y hasta pueden compartir enfermedades.

Ejemplos parecidos

Síndrome de Couvade.- El psiquiatra Oscar Fiorio señaló que uno de los mejores ejemplos para explicar la mimetización es el fenómeno conocido como "Síndrome de Couvade". Ocurre cuando los padres desarrollan síntomas típicos del embarazo de sus esposas. Aumentan de peso, se quejan de náuseas, cansancio, fatiga, dolores o digestivas.
Caso típico.- Se considera a Brad Pitt un caso típico para demostrar el mimetismo con la pareja. El actor acomoda sus estilos a la persona que tiene al lado. Con Gwyneth Paltrow y con Jeniffer Aniston, Pitt llevaba un similar color de pelo y vestía el mismo estilo. Con Angelina Jolie cambió su peinado y su ropa.
Los abuelos.- Las parejas que llevaron toda una vida juntas son las que más denotan la mimetización. No es extraño que los nietos vean a sus abuelos parecidos y tampoco es raro que estas personas hasta lleguen a enfermarse juntas. Hay casos en que cuando uno fallece, el otro no sabe vivir solo y muere al poco tiempo, destacó Oscar Fiorio.

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