Los desalojaron y se quedaron con sus cosas al costado de la ruta

Pobladores de la comunidad aborigen de los Quilmes fueron desalojados hoy por la Policía como consecuencia de una orden del juez de paz de Colalao del Valle, Adolfo Salazar. La medida se concretó a las 8, cuando los uniformados se presentaron en el terreno y comenzaron a derribar las casas de abobe y de machimbre.

Los habitantes no se resistieron, pero hubo momentos de tensión cuando los 80 efectivos, algunos a caballo, iniciaron el acto judicial. Alrededor de 120 personas se quedaron con sus pertenencias al costado de la ruta nacional 40 y afirmaron que no se marcharían hasta  recuperar el predio, cuya extensión es de cuatro hectáreas.

El abogado de la comunidad, Eduardo Nieva, señaló que el desalojo fue concretado sin previo aviso. Además, aseguró que se violó la propiedad de los pueblos originarios, ya que existe documentación que acredita la posesión. "Ellos ocupan las tierras desde hace muchos años", advirtió, y agregó que agotará los recursos legales para resolver el conflicto.

Al parecer, los propietarios del terreno, quien también estuvieron presente en la medida, pretenden instalar en el terreno una empresa para producir vinos. El letrado explicó que en los Valles Calchaquíes hay alrededor de 230.000 hectáreas que pertenecen a los aborígenes de Quilmes y de Amaicha del Valle. LA GACETA ©