Unifica la Unesco criterios sobre educación sexual

Unifica la Unesco criterios sobre educación sexual

Las ideas no revisten carácter obligatorio.

02 Septiembre 2009
BUENOS AIRES - Los ministros de enseñanza y los especialistas miembros del Fondo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, aprobaron unas "directrices internacionales sobre educación sexual", orientadas a disminuir índices de contaminación entre los jóvenes por el virus del sida, y el mejoramiento de su salud reproductiva.
Las ideas a seguir para los contenidos de educación sexual y genésica elaborados por Unesco, órgano del que también es miembro Argentina, no revisten carácter obligatorio de aplicación, y se centran en la enseñanza de los cambios de conducta en chicos y jóvenes.
Según señalaron los pedagogos, estas pautas apuntan a ofrecer a los docentes "orientaciones sobre la mejor forma de conseguir que los jóvenes de ambos sexos adquieran conocimientos necesarios para protegerse contra las coacciones, abusos y la explotación de índole sexual, embarazos inesperados y las enfermedades sexualmente transmisibles".
Las instrucciones están contenidas en el documento del organismo de las Naciones Unidas para la enseñanza llamado "Directrices internacionales sobre educación sexual", de autoría del investigador Douglas Kirby y de Nanette Ecker, ex directora de educación y formación internacionales en el Consejo Estadounidense de Información y Educación sobre Sexualidad (Siecus).
El documento reúne 87 estudios efectuados en todo el mundo y pasa revista a los currículos de 12 países, así como a las directrices para una educación sexual global, elaboradas por el Siecus. Según sus responsables, el programa apunta a "prestar ayuda a las autoridades que se dedican en los campos de la educación y la salud a preparar y aplicar programas y materiales didácticos para escolares" .
La obra está estructurada en torno a: relaciones, valores, cultura, sociedad y derecho, desarrollo humano, conducta sexual y salud sexual y genésica. Kirby dijo que "si se pretende disminuir  las conductas sexuales arriesgadas, los programas deben tener un enfoque preciso y comprender recomendaciones concretas". En las directrices para los docentes se formulan 32 recomendaciones, 13 de las cuales se orientan hacia los cambios de conducta, entre los que se mencionan "evitar las relaciones sexuales no deseadas y utilizar preservativos".
"Si las matemáticas y las ciencias se valoran como conocimientos importantes que los jóvenes deben adquirir por su propio bien, también se pueden valorar las ventajas de una educación sexual sólida", sostuvo Ecker.  (DYN)

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