Los presidentes rechazan la instalación de tropas extranjeras en territorio sudamericano

En el documento final destacaron la necesidad de mantener la paz y la seguridad y acordaron acciones contra el narcotráfico y el terrorismo. Hubo fuertes cruces entre Uribe y sus pares Correa y Chávez. Cristina llamó a restaurar la confianza y habló de Malvinas.

EN FAMILIA. Desde la izquierda, Venetiaan (Surinam); Uribe; Lula; Correa; Cristina; Morales; Bachelet; Lugo y Chávez. García y Vázquez se retiraron antes. NA EN FAMILIA. Desde la izquierda, Venetiaan (Surinam); Uribe; Lula; Correa; Cristina; Morales; Bachelet; Lugo y Chávez. García y Vázquez se retiraron antes. NA
29 Agosto 2009
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Los líderes de la Unasur protagonizaron ayer un debate inédito en la cumbre celebrada en Bariloche, en la que evitaron una ruptura por el disenso con el acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos y buscaron mecanismos para garantizar la seguridad y la confianza entre los países de la región.
La Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), que nuclea a la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Ecuador, Guyana, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Surinam, reafirmó su objetivo de ser una región de paz, pero sus integrantes dejaron en claro que no están seguros de lograrlo con la presencia de tropas estadounidenses en siete bases colombianas. Durante siete horas de debate, cuya transmisión en vivo fue objetado por Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) abundaron las críticas al presidente colombiano, Alvaro Uribe, por parte de sus pares de Venezuela, Bolivia y Ecuador.

Planteos

El mandatario de este último país, Rafael Correa, presidente pro témpore del grupo de 12 países sudamericanos, advirtió sobre el riesgo que genera la presencia de tropas estadounidenses en Colombia para la estabilidad de la región. El boliviano Evo Morales fue más incisivo en su crítica: "nuestra soberanía no está en venta ni se alquila so pretexto de alguna cooperación en la lucha contra el terrorismo o contra el narcotráfico". No obstante, Colombia se retiró de Bariloche sin una condena explícita a su acuerdo ni la obligación de brindar garantías jurídicas, como reclamaron Lula y la mandataria chilena, Michelle Bachelet, de que las tropas estadounidenses no operarán de ningún modo en otros países. A su turno, el presidente de Surinam, Ronald Venetiaan, recalcó que "la lucha contra el narcotráfico no es un asunto de militares; en la mayoría de los países se trata de un problema policial, que se encara con algún soporte militar".
Las bases que usarán las Fuerzas Armadas estadounidenses tienen una localización estratégica, que les permitiría, según advirtió el presidente venezolano, Hugo Chávez, que un avión C-17 pueda partir desde la base de Palenquero y llegar a todo el subcontinente sin necesidad de ser reabastecido de combustible. Además están cerca de la Amazonia y de zonas ricas en reservas de petróleo y recursos naturales. Pero Uribe, que no había asistido a la reciente cumbre de Unasur en Quito, en la que se debatió el acuerdo militar colombiano-estadounidense, defendió su política de seguridad y enfrentó las críticas de sus pares, que sin embargo no lograron modificar su decisión de no renunciar al acuerdo con Estados Unidos. Y quedó expuesto sobre la mesa de debate que el acuerdo formaría parte de una estrategia militar de Estados Unidos hacia la región sudamericana, por lo que se convocó al Consejo de Defensa de Unasur para que analice el texto "Estrategia suramericana. Libro Blanco, Comando de Movilidad Aérea", que según reveló Chávez, fue publicado a principios de año por Estados Unidos. Los presidentes sudamericanos decidieron aguardar un informe de sus ministros de Defensa acerca de este texto antes de decidir si solicitan una entrevista con el mandatario estadounidense, Barack Obama, para discutir el papel militar de Washington en la región.

Políticas diferentes

En la reunión quedaron expuestas las diferentes políticas de seguridad de cada nación sudamericana, los cruces entre Correa y Uribe por la actividad de las FARC en la frontera, la posición más conservadora de Perú y de Chile, que sin embargo marcaron su cautela por el hecho de desconocer el contenido del tratado entre Colombia y Estados Unidos. Y el debate pendiente sobre la carrera armamentista que Brasil, Venezuela y Chile encabezan en Sudamérica quedó relegado a un segundo plano.
"Se discutió desde la concepción que cada uno tiene de lo que es la soberanía nacional, los intereses de la región y de la historia reciente y no tan reciente de cada país", resumió la presidenta argentina, Cristina Fernández, en conferencia de prensa. Asimismo, comparó la utilización estadounidense de bases colombianas con la ocupación de las Islas Malvinas por parte de otra fuerza extracontinental, la del Reino Unido y su par uruguayo Tabaré Vázquez apoyó con énfasis el planteo. "En nuestras Islas Malvinas hay bases de una potencia ni siquiera extra América del Sur, sino extracontinental". (DyN-DPA)

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