El Aedes "logró" hacer relucir las calles de Aguilares

El Aedes "logró" hacer relucir las calles de Aguilares

Por todos lados hay operarios desmalezando.

11 Abril 2009

CONCEPCION.- La mayoría de los pobladores de Aguilares se resisten a vivir atemorizados por el dengue, una plaga que en ese municipio ya suma más de 400 infectados. Aunque los consultados dijeron que no están pendientes del problema, los hechos muestran otra realidad.
Aguilares ofrece un aspecto diferente: avenidas con pastizales cortados, baldíos sin matorrales, y una movilización permanente de operarios abocados a la limpieza, fumigación y eliminación de posibles focos de proliferación del mosquito Aedes Aegypti. Se advierte que la población está en emergencia. "Tratamos de no vivir asustados. Eso sí, tuvimos que acostumbrarnos a usar repelentes cada vez que tenemos que salir a la calle. Todos los días hay que rociar insecticida en las habitaciones. Además, las mujeres, a pesar del calor, ahora nos vemos obligadas a usar pantalones siempre" comentó Viviana Toledo.
"Creo que aquí la cuestión es prevenir. Y en esta tarea nos tenemos que involucrar todos los vecinos. De nada nos va a servir que nos atrape el espanto y no tomemos las medidas que nos piden las autoridades", añadió. El barrio San Martín es uno de los más castigados por el virus. Allí, en cada casa hay por lo menos entre dos y tres contagiados por la enfermedad. A pesar de ello, José Raúl Azán, un vecino, afirmó que no le teme al dengue. "Se enfermaron mi señora y mi hija; yo por ahora me salvé. Creo que si uno tiene cuidado, elimina las aguas estancadas y desinfecta la casa y la calle, el mosquito que transmite la enfermedad va a desaparecer", dijo con confianza. En el San Martín la enfermedad asomó el mes pasado. "Tenemos la sospecha de que nos infectamos cuando fuimos en procesión religiosa hasta la orilla del arroyo Barriento. Después de esa marcha enfermó el sacerdote Rodolfo Apud, mi hija, otros vecinos y yo" comentó Laura de Azán. "Después de lo que nos sucedió sacamos la chatarrería del fondo y fumigamos. Aquí todos los vecinos están movilizados", añadió.
Muchos evitan circular ahora por la zona del arroyo. También Walter Sosa se contagió dengue estando allí. "Unos vecinos me invitaron a ver una pileta abandonada y llena de agua. Alrededor había un inmenso matorral y muchísimos mosquitos. Esa noche comencé a sentirme mal", dijo. (C)

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