La sensación de inseguridad es cada vez mayor a medida que aumenta la proliferación del delito. Los asaltos se suceden desde hace bastante tiempo a plena luz del día y en el microcentro. No hay barrio de la ciudad que no conozca la acción de los delincuentes. Mucho se ha hablado, discurseado, sugerido y prometido acerca de las posibles soluciones; sin embargo, el miedo de ser asaltado en algún momento -sea en la vía pública o en el hogar- se ha incrementado en la población. Uno de los que están soportando una situación de extrema indefensión es el megacomplejo Lomas de Tafí.
De las 600 casas construidas, sólo está habitado el 15%. Los vecinos se mudaron a fines de diciembre pasado y la alegría de tener el techo propio se convirtió rápidamente en una desdicha, como consecuencia de los atracos diarios. Pese a que en el proyecto original están contemplados, hasta el momento el barrio carece de un CAPS, de plazas, de una escuela y de una seccional o una jurisdicción policial. Los policías que deberían velar por la integridad de los moradores de Lomas de Tafí son los de la comisaría de Los Pocitos. Los vecinos sostienen que cada vez que acuden a esta dependencia les responden que el personal es insuficiente para cubrir el barrio Policial y la zona de Los Pocitos. “No podemos dejar la casa sola en ningún momento. Te revientan la puerta y te roban todo. Los chicos salen y los amenazan con cuchillos. A las mujeres les quitan las carteras. Ya no sabemos qué hacer. Necesitamos una respuesta urgente. No quiero imaginarme lo que va a pasar cuando llegue más gente a vivir. Esto va a ser una fiesta para los ladrones”, dijeron los vecinos, angustiados.
Como consecuencia de la falta de vigilancia desaparecieron las alcantarillas de las calles; hubo una mujer baleada en un caso de usurpación. Ante tal indefensión los vecinos se han movilizado y se comunican a través de celulares cuando observan alguna presencia extraña o hecho sospechoso.
De la angustiante situación que padecen estos vecinos está al tanto la Policía. El jefe de la Unidad Regional Norte dijo que la comisaría de Los Pocitos cuenta con personal de Patrulla Urbana para reforzar la seguridad en los barrios Policial y Lomas de Tafí. Afirmó que los oficiales trabajan intensamente haciendo los recorridos de prevención. “Es más, en el barrio Lomas de Tafí hay dos motoristas que lo recorren durante las 24 horas, pero es una zona muy grande y no pueden estar en todos lados al mismo tiempo”, agregó. El comisario considera que los pobladores deben entender que la lucha contra el delito no solamente es responsabilidad de la Policía, sino que debe ser un trabajo en conjunto y les solicitó paciencia. “Vamos a tratar de que haya más policías en la zona. Los vecinos tienen que saber que nosotros estamos para trabajar junto con ellos”, indicó.
Lo curioso es que se sabe qué es lo que hay que hacer para atenuar el incremento del delito, pero no se lo hace. Con apenas dos motoristas es imposible combatir la delincuencia en cualquier barrio de cualquier ciudad. Se sabe hace mucho tiempo que el auge de los asaltos y robos tiene origen en la marginalidad, en el analfabetismo, en la desocupación, en las falencias del sistema y que es necesario abordar el problema en forma interdisciplinaria. Uno de los déficits más pronunciados de los tucumanos es la falta de capacidad para trabajar en la prevención. Prueba de ello es que se ha habilitado una parte del barrio Lomas de Tafí -tendrá en total 4.000 viviendas- sin que haya un CAPS, una escuela o una dependencia policial. Se les pide, además, a los actuales moradores que tengan paciencia mientras los asaltan. Una imprevisión, por cierto, que lleva más desdicha que dicha a los ciudadanos.