Dos masacres conmueven al mundo

Dos masacres conmueven al mundo

Un adolescente de 17 años y un hombre de 27 protagonizaron dos cruentos tiroteos con pocas horas de diferencia en una ciudad alemana y en un pueblo estadounidense. Ambos murieron cuando eran perseguidos por la Policía.

IMPACTO. Un proyectil atravesó el vidrio de un comercio. El hombre realizó disparos a mansalva en su huida. REUTER IMPACTO. Un proyectil atravesó el vidrio de un comercio. El hombre realizó disparos a mansalva en su huida. REUTER
12 Marzo 2009

Furia en Alemania
Un alumno llegó a su ex escuela e inició una matanza

Winnenden, Alemania.- Un joven de 17 años protagonizó ayer una de las peores matanzas de los últimos años en Alemania: asesinó a 15 personas en un ataque a una escuela del suroeste del país y durante la posterior huida de la Policía, tras la que acabó suicidándose.
Vestido con traje de combate negro y armado con una pistola automática, el homicida entró a las 9.30 hora local en la escuela de enseñanza media Albertville, cerca de Stuttgart, y comenzó a disparar indiscriminadamente y sin decir ni una palabra.
El menor, ex alumno de esa escuela, acabó con las vidas de nueve estudiantes (ocho mujeres y un varón) de entre 14 y 15 años y con la de tres profesores. Además, el tiroteo dejó numerosos heridos, agregaron los funcionarios nacionales Günther H. Oettinger, y Heribert Rech.
Tras perpetrar la masacre logró escapar a pie, pero durante su huida, cerca de la escuela, mató a un vendedor ambulante. Luego, para burlar más rápidamente la persecución policial, secuestró un coche y liberó poco después a su propietario para continuar solo. La Policía lo halló en Wendlingen, a 40 kilómetros de Winnenden, y lo acorraló en un estacionamiento. Fue entonces cuando tuvo lugar el tiroteo durante el cual el atacante se suicidó, otras dos personas murieron por los disparos y dos policías resultaron heridos. Durante el enfrentamiento, un policía hirió al adolescente, tras lo cual el joven se disparó en la cabeza. Cerca de 1.000 agentes, apoyados por perros y helicópteros, participaron en la persecución, controlaron las entradas y salidas de la tranquila localidad alemana de 27.000 habitantes y de la escuela, a la que asisten casi 600 estudiantes.
Tim K., el autor de la masacre, pertenecía a una familia rica. Su padre es un coleccionista de armas. Justamente de esa colección el muchacho tomó una pistola Beretta calibre 9 mm y una gran cantidad de municiones. El ministro Rech dijo que el joven apuntó deliberadamente a la cabeza de la mayoría de las personas que asesinó en la escuela. Quienes llegaron después de la llamada de emergencia vieron una imagen espantosa. "Los muertos tenían en parte todavía sus lápices en la mano", indicó Rech. Según sus amigos, Tim era un fanático del ping pong y de las armas. "Nunca se destacó por su inteligencia, pero jamás pensé que podía llegar a hacer una cosa así", dijo un joven que se identificó como Duncan. La canciller alemana, Angela Merkel, calificó lo sucedido de "crimen horroroso", transmitió su pésame a los familiares y decretó duelo nacional. (DPA-Reuter)

Locura en EEUU
Se vengó a tiros de todos los que le habían hecho daño

BIRMINGHAM, EEUU.- Un hombre de 27 años mató a 11 personas, incluyendo a su propia madre, y luego se suicidó tras ser perseguido por la Policía en una carretera rural en Alabama.
Michael McLendon mató a su madre y le prendió fuego a su casa en el pequeño pueblo de Kinston. Pero eso fue sólo el principio. Después de dejar la vivienda, huyó al vecino distrito de Geneva en su coche. Allí mató a sus abuelos y a sus tíos, que estaban en la terraza de su casa cerca de la ciudad de Samson. Después cruzó la calle y asesinó a la esposa de un sheriff y a su pequeño bebé de tan sólo tres meses. Otro menor resultó gravemente herido. Posteriormente, en un patio McLendon asesinó a otro hombre.
"El era un muchacho agradable y tranquilo, sin problemas", explicó Michael Preachers, uno de los investigadores. Consultado sobre las razones de la matanza, dijo: "Se las llevó consigo a la tumba".
McLendon mató también a los perros de la familia, dijo el forense Joseph Preachers. "Mató a su madre Lisa y a sus perros. Les disparó en la cabeza. Luego los amontonó y los roció con gasolina y les prendió fuego. Puso a los perros junto a ella", explicó.
En su huida por la autopista 52 McLendon disparó siete tiros contra un coche patrulla e hirió levemente a un agente. Poco después siguió el reguero de muertos: al parecer el hombre disparaba contra todo lo que se movía. Las siguientes víctimas fueron un hombre y una mujer que paseaban ante dos tiendas cercanas a la autopista. Durante casi 20 kilómetros siguió la cacería, hasta que una patrulla consiguió bloquear el paso del coche. Entonces, los hechos se precipitaron. "En el edificio se oyeron disparos. Poco después la Policía encontró al hombre muerto", dijo un agente.

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La lista trágica
McLendon había escrito en un papel los nombres de las personas que, según él, "le habían hecho daño", dijo Gary McAliley, fiscal de la región sureña de Alabama. El asesino estaba armado de un rifle de asalto AK-47 y otras dos armas automáticas con las que durante una hora realizó más de 200 disparos. Las especulaciones sobre los motivos de la masacre son diversas, aunque un periodista subrayó que el atacante había perdido hace poco su trabajo en la empresa Reliable Metal Products. La región rural de Alabama, que limita con Florida, es una zona principalmente agrícola con muchas familias de bajos ingresos. Los tiroteos masivos se han convertido en eventos cotidianos en Estados Unidos. (Reuter-DPA)

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