El doble desafío de llevar a Borges al teatro en el caluroso verano tucumano

El doble desafío de llevar a Borges al teatro en el caluroso verano tucumano

Leer a Borges es todo un desafío que invita a meterse en lugares donde la imaginación y la razón se mezclan. Querer trasladar lo complejo de estos trabajos a un escenario, en pleno enero, pareciera ser todo un reto.

MULTIMEDIA. La obra “Dos miradas...” también se apoya en la proyección de ilustraciones de Donato Grima. LA GACETA / HECTOR PERALTA MULTIMEDIA. La obra “Dos miradas...” también se apoya en la proyección de ilustraciones de Donato Grima. LA GACETA / HECTOR PERALTA
26 Enero 2009
El calor, la gente de vacaciones y el recambio turístico no ayudan. Si de por sí es pretencioso poner textos de Jorge Luis Borges en escena, lo es más hacerlo en enero. Aún así Oscar Zamora aceptó el reto.
"Es todo un desafío para nosotros. Por un lado hay que dejar satisfecha a la gente habituada a leer a Borges; y por otro, hay que invitar a los que no lo leen a hacerlo", confió el director de la obra. Consciente de lo dificultoso que puede ser acceder a un escrito del célebre escritor, Zamora encontró en esta oferta la posibilidad de crear una obra que represente el trabajo de Borges desde todos los sentidos posibles, y así se comenzó este tan ambicioso proyecto.
La obra, que se presentará todos los sábados y domingos a las 22 y 21, respectivamente, hasta fines de febrero en la Sala Orestes Caviglia (San Martín 251), es en una mise-en-scène del libro escrito en 1998 por Cristina Bulacio e ilustrado por Donato Grima.
Algunos más escépticos que otros, los admiradores de Borges ocuparon la mitad de la sala para ver y juzgar, con sus propios ojos, cómo se lograba semejante trabajo. La operación consistía en trabajar con cuatro actores y una voz en off. Marcos Acevedo, Andrea Barbá, Noe Andrade, Daniel Cabot y Andrés D?andrea, entran y salen del escenario para recitar los textos de Borges y las explicaciones ofrecidas por Bulacio en su relato. Logra así un especie de diálogo, no sólo entre las dos miradas que ofrece el libro (de Bulacio y Grima), sino también con las de los actores, junto a las luces y la música que buscan atrapar al público desde todos los sentidos. Así lo sintió Sandra, que al salir recalcó: "me gustó mucho cómo introdujeron el cuerpo en la obra, los gestos y los movimientos de los actores, y cómo representaron los textos".
Aunque la mayoría disfrutó la puesta, algunos encontraron dificultoso acceder a los textos de Borges a través de ella. "Sí me gustó la obra, pero los análisis no tanto; todavía no entiendo la relación que se hace entre Borges y Nietszche", comentó Daniel Casas. Su novia, Rosario Guerra, agregó: "me gustó la lectura, pero no es suficiente para entender a Borges".
"Es abstracto y profundo. Hay que tener una idea de su trabajo para poder entender bien la obra. Pero me gustó mucho; creo que invita a la reflexión", dijo Estela, seguidora del escritor argentino.
Ante todos los retos que tuvo la obra, Zamora no parece sentirse intimidado. "Es más difícil en verano, porque se fue mucha gente, pero no hay que olvidar que queda mucha también y quiere ver cosas. Es por esto que el Ente Cultural de Tucumán hizo muchas ofertas para este verano. Yo ofrecí esto de trabajar con poetas porque no es algo que se haga cómunmente", explicó el director.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios