Los partidos de izquierda promueven alianzas para el año electoral

Unidad de acción con organizaciones sociales y civiles será la clave para alcanzar protagonismo en el año electoral que se avecina. Es la coincidencia a la que arribaron los referentes de los principales partidos políticos de izquierda a 10 meses de las elecciones de diputados y senadores nacionales.
El dirigente del Partido Comunista, Hector Manfredo, planteó que el objetivo de la agrupación es trabajar en común con sectores ajenos al modelo neoliberal. Se manifestó consciente de no poder cambiar sustancialmente el escenario político, pero destacó la importancia de “sembrar la semilla para el cambio”. Por el Humanismo, Damián Würschmidt habló de la importancia de realizar una propuesta abarcativa a nivel, no sólo político y social, sino también integral de la persona. “Es necesario un cambio en la esfera personal”, sostuvo el dirigente. Destacó que, dentro de un contexto histórico que favorece la integración, es importante la coalición latinoamericana y una mejor distribución de la riqueza.
El Partido Obrero impulsará la coordinación de tareas con organizaciones intermedias de la sociedad que comulguen con sus principios ideológicos. “La crisis debe ser pagada por sus responsables, es decir los capitalistas y los representantes políticos, y no la clase trabajadora”, afirmó Daniel Blanco. También, planteó la necesidad de que se prohíban despidos y suspensiones, que se eleve el salario al nivel del costo de la canasta familiar, que se blanquee a los trabajadores, que se nacionalice la banca y que se estatice el comercio exterior. Por su parte, el presidente del Partido Socialista, Rodolfo Succar, anunció que pretenden impulsar frentes de carácter progresista, profundizando el diálogo con la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica. “Sumar sectores de estructura social no partidarias, como las organizaciones defensoras del patrimonio histórico o de la independencia de la Justicia, también es nuestra meta. Queremos vincular lo político con lo social”, agregó Succar.
Clarisa Alberstein (Movimiento Socialista de los Trabajadores), planteó que es menester construir un proyecto alternativo que priorice un aumento salarial, la realización de obras publicas generadoras de empleo, la aplicación de retenciones diferenciadas para pequeños y grandes productores y la anulación del IVA. Ariel Seiffer, principal referente del Partido de los Trabajadores Socialistas, sintetizó que la perspectiva no está en lograr una banca, sino en acompañar el proceso de lucha de los trabajadores durante la crisis, debido a las suspensiones y los despidos que se vienen produciendo.
Los seis dirigentes remarcaron que el quiebre del actual sistema económico mundial impone la búsqueda de alternativas. En ese sentido, expusieron su inclinación por algunos modelos de gestión latinoamericanos. El Partido Obrero sostiene que no cuenta con ningún prototipo a seguir, mientras que el Partido de los Trabajadores Socialistas reconoce al proceso revolucionario cubano, pero aclara que su ideal es construir “una democracia de los trabajadores”.
En cambio, para el Partido Comunista y para el Movimiento Socialista de los Trabajadores, los paradigmas son Venezuela, Cuba, Bolivia y Ecuador. En rigor, Manfredo destacó la importancia de tener en cuenta las particularidades de Argentina. El socialista Succar, en tanto, ponderó a Brasil, Chile y Uruguay como ejemplos. Finalmente, el Humanismo perfila la mirada hacia “algo multipolar, multiétnico”.