Benedicto XVI oró por paz y justicia

El Pontífice denunció las consecuencias del terrorismo y de la explotación infantil. El Papa llamó a seguir el camino del diálogo para superar las tensiones entre naciones. Bergoglio y unllamado a la esperanza.

26 Diciembre 2008

VATICANO.- El papa Benedicto XVI rogó por la paz y justicia en el mundo en su mensaje de Navidad. Denunció las consecuencias de la guerra, del terrorismo, de la explotación infantil y del egoísmo.
Ante decenas de miles de creyentes reunidos en la plaza de San Pedro, el Pontífice pronunció su mensaje “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) y cargó contra la “abyecta lógica de la confrontación y de la violencia”.
Llamó a seguir el camino del diálogo y de las negociaciones para “superar las tensiones dentro de cada país y encontrar soluciones justas y duraderas”.
Benedicto XVI sostuvo además que la Navidad es una fiesta de la luz que expulsa a la oscuridad.
“La luz divina de Belén se extiende por Tierra Santa, donde el horizonte vuelve a oscurecerse para israelíes y palestinos; se extiende por Líbano, Irak y todo el Cercano Oriente”, puntualizó. Agregó: “también ansían esa luz que transforma y renueva los habitantes de Zimbabwe, en Africa, que sufren por una crisis política y social que dura demasiado”.
El Sumo Pontífice también se refirió a la crisis económica mundial. “Si cada uno piensa sólo en sus propios intereses, el mundo se encamina a la ruina -advirtió-. Los creyentes deben oponerse con solidaridad y valentía a que la dignidad humana sea pisoteada y que el egoísmo personal o los intereses de ciertos grupos se impongan al interés general.

Recuperar la esperanza
Por su parte, el arzobispo de Buenos Aires y primado argentino, cardenal Jorge Bergoglio, exhortó a los argentinos a “recuperar la esperanza a todo nivel”, al presidir ayer la misa de gallo en la catedral metropolitana.
“Que esta Navidad sea para todos nosotros la recuperación la capacidad de sorprendernos y recuperemos la esperanza a todo nivel”, subrayó durante la homilía.
Bergoglio también abogó para que “esta sea la Navidad de la risa fresca de la sorpresa y del retorno gozo de la esperanza”.
El purpurado recordó que la esperanza es una “virtud” y afirmóque “ese rescoldo de fuego, ese fueguito, que vos estás buscando, mirando el pesebre se nos ofrece y empieza a crecer”. “¿Qué tal anda tu esperanza la perdiste? ; ¿o preferís ocuparte en otras cosas”?, interpeló Bergoglio a la feligresía reunida en el templo porteño.
Bergoglio puso como ejemplo de esa virtud a alguien que está en una canoa, tira el ancla, y con la soga tira para llegar a la orilla. “Se aferra a la soga, a ese rescoldo de fueguito chiquito que tenemos dentro”, graficó.
“La esperanza es una virtud pequeña, pudorosa y humilde que eligió un pesebre para manifestarse”, insistió.
Al finalizar la celebración eucarística, Bergoglio bendijo los pesebres o“nacimientos” que algunos feligreses acercaron hasta el templo. (Télam y NA)

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