Cayó una banda de pedófilos liderada por un emérito psicólogo

Cayó una banda de pedófilos liderada por un emérito psicólogo

Las fiestas sexuales circulaban por internet.

24 Julio 2008
BUENOS AIRES.- Una banda de pedófilos que captaba menores en cibercafés de Recoleta y Barrio Norte para someterlos a fiestas sexuales organizadas por un famoso psicólogo que eran filmadas y subidas a internet fue desbaratada ayer por la Policía Federal.
La División Delitos contra Menores de la Superintendencia de Investigaciones realizó a la mañana una serie de allanamientos en los que se detuvo a tres hombres, entre ellos, un famoso psicólogo sindicado como el líder de la organización.

Un especialista
Se trata de Jorge Corsi, psicólogo clínico y profesor universitario. Su detención es un verdadero escándalo ya que cuenta con una extensa carrera profesional: es autor de numerosas publicaciones sobre temas de psicoterapia y de violencia familiar y desde 1989 ejerce como director de la Carrera de Especialización en Violencia Familiar en la Universidad de Buenos Aires.
Ante versiones sobre que el acusado tendría un cargo en el Gobierno, fuentes oficiales aclararon que “no era funcionario” pero recordaron que en 2000 habría sido empleado del Estado en un área donde se manejaba su especialidad.
Si bien no se sabe con precisión qué vínculo tenía Corsi con la banda desbaratada y hasta qué punto estaba involucrado, lo cierto es que está bajo arresto y sería indagado en las próximas horas. Según trascendió, además de ser el organizador de las fiestas sexuales, fue el hombre de consulta de sus cómplices, debido a sus conocimientos profesionales sobre el comportamiento de los chicos.
La investigación, a cargo de la jueza María Fontbona de Pombo, se inició el año pasado cuando una de las víctimas, un adolescente de 15 años, se quebró y le contó a sus padres que había sido abusado sexualmente y filmado en reiteradas oportunidades.

Etapa por etapa
La banda actuaba en varias etapas: primero, la captación de los menores en los cibers; después se ganaba su confianza y amistad, los iniciaban en la homosexualidad y finalmente los hacían participar de fiestas sexuales que eran filmadas y subidas a la web.
Para la captación de los menores, la banda tenía a dos jóvenes de entre 18 y 19 años (ambos prófugos) que ponían especial atención en los adolescentes que allí estuvieran navegando en sitios pornográficos. “Estos dos chicos se acercaban y los invitaban a sus casas para seguir viendo pornografía en sus computadoras, donde no tenían filtros ni restricciones para ingresar a esos sitios”, dijo un jefe policial.
A medida que iban ganando su confianza en esa casa los dos jóvenes captadores comenzaban a tener relaciones entre ellos para ver la reacción del menor. “Así los iban iniciando en la homosexualidad, primero como activos y luego como pasivos, y si la confianza se robustecía, pasaban a la otra etapa que era entregarle la víctima al psicólogo”, aseguró la fuente.
El mismo psicólogo no sólo organizaba estas fiestas sexuales de las que participaban amigos de entre 30 y 40 años sino que él también mantenía relaciones sexuales con los chicos y a la vez los premiaba con regalos como ropa deportiva, Play Station, cámaras digitales, celulares o reproductores de MP3. Ahora irán por los pasos de los prófugos. (DyN-Télam-Especial)

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