13 Julio 2008
El Partido Obrero reivindicó su postura de rechazo a la política económica nacional, que vinculó a los grandes intereses de los grupos concentrados. “Las elecciones de 2009 están condicionadas al desenlace de la crisis actual, que envuelve a los monopolios sojeros, a las empresas mineras, a Techint y sus similares, y a los grandes bancos. Frente a la división y disgregación de la clase capitalista, frente al inmovilismo del Poder Ejecutivo Nacional, frente a la tendencia marcada a la desestabilización política y a la conspiración, planteamos una movilización independiente de las patronales. Promovemos la deliberación obrera y popular y unir fuerzas por una alternativa obrera y socialista”, remarcó Daniel Blanco. El referente de la izquierda objetó los golpes y autogolpes de Estado.
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