06 Mayo 2008
EN PELIGRO. Unas 250 personas, entre militares, bomberos y periodistas, permanecían aún en la zona. REUTERS
PUERTO MONTT, Chile.- Una potente erupción de cenizas del volcán Chaitén, en el sur de Chile, forzó hoy la evacuación inmediata de las últimas personas que aún permanecían en el poblado del mismo nombre, informó la Oficina Nacional de Emergencia del país trasandino.
El estado de alerta máxima fue decretado cerca del mediodía argentino, cuando se activaron las sirenas de emergencia luego de que los expertos de la zona determinaran que el volcán había incrementado su actividad, con la salida de lava y de flujos piroclásticos.
Como medida de seguridad, se ordenó la evacuación de la gente. La localidad de Chaitén está distante a unos escasos 10 kilómetros del macizo, en una inaccesible zona, a 1.300 kilómetros al sur de Santiago de Chile. El poblado había sido evacuado por precaución en casi su totalidad el fin de semana, con el desplazamiento de unas 4.000 personas, pero algo menos de 400 todavía permanecían en la región.
Las pobladores salían del lugar por vía marítima, a través de dos buques de la Marina chilena. La evacuación se realizaba de forma ordenada y era obligatoria. Incluso, un periodista que transmitía en vivo la situación para el canal estatal de su país debió cortar abruptamente su despacho.
El poblado estaba cubierto por una densa nube de cenizas y se advertía una gigantesca fumarola, de varios kilómetros de altura, de acuerdo con las imágenes de televisión. Desde la ciudad de Puerto Montt, a unos 200 kilómetros de Chaitén, despegó un equipo de rescate de la Fuerza Aérea de Chile.
La mayor preocupación -de acuerdo a los expertos- es que se produzcan mayores explosiones y que se intensifique el lanzamiento de cenizas. Del lado argentino, en tanto, también surgieron algunos temores. Los vientos seguían arrojando cenizas sobre los valles y planicies de nuestro país, donde varias poblaciones tenían ya problemas de abastecimiento de agua potable.
El gobernador del Chubut, Mario Das Neves, se trasladó hoy nuevamente a la ciudad de Esquel para ponerse al frente del plan de contingencia. Se distribuye agua en las localidades afectadas por los residuos volcánicos, ya que muchas comunas de la cordillera la recolectan de las vertientes de ríos y arroyos.
Además, el Ministerio de Educación informó que las clases continúan suspendidas hasta nuevo aviso. De hecho, el Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta por presencia de cenizas volcánicas en Chubut, Río Negro, Buenos Aires y La Pampa. (AFP-NA-Télam)
El estado de alerta máxima fue decretado cerca del mediodía argentino, cuando se activaron las sirenas de emergencia luego de que los expertos de la zona determinaran que el volcán había incrementado su actividad, con la salida de lava y de flujos piroclásticos.
Como medida de seguridad, se ordenó la evacuación de la gente. La localidad de Chaitén está distante a unos escasos 10 kilómetros del macizo, en una inaccesible zona, a 1.300 kilómetros al sur de Santiago de Chile. El poblado había sido evacuado por precaución en casi su totalidad el fin de semana, con el desplazamiento de unas 4.000 personas, pero algo menos de 400 todavía permanecían en la región.
Las pobladores salían del lugar por vía marítima, a través de dos buques de la Marina chilena. La evacuación se realizaba de forma ordenada y era obligatoria. Incluso, un periodista que transmitía en vivo la situación para el canal estatal de su país debió cortar abruptamente su despacho.
El poblado estaba cubierto por una densa nube de cenizas y se advertía una gigantesca fumarola, de varios kilómetros de altura, de acuerdo con las imágenes de televisión. Desde la ciudad de Puerto Montt, a unos 200 kilómetros de Chaitén, despegó un equipo de rescate de la Fuerza Aérea de Chile.
La mayor preocupación -de acuerdo a los expertos- es que se produzcan mayores explosiones y que se intensifique el lanzamiento de cenizas. Del lado argentino, en tanto, también surgieron algunos temores. Los vientos seguían arrojando cenizas sobre los valles y planicies de nuestro país, donde varias poblaciones tenían ya problemas de abastecimiento de agua potable.
El gobernador del Chubut, Mario Das Neves, se trasladó hoy nuevamente a la ciudad de Esquel para ponerse al frente del plan de contingencia. Se distribuye agua en las localidades afectadas por los residuos volcánicos, ya que muchas comunas de la cordillera la recolectan de las vertientes de ríos y arroyos.
Además, el Ministerio de Educación informó que las clases continúan suspendidas hasta nuevo aviso. De hecho, el Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta por presencia de cenizas volcánicas en Chubut, Río Negro, Buenos Aires y La Pampa. (AFP-NA-Télam)
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