Manuel Belgrano, abogado

Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano sintetiza en su figura a un hombre comprometido con su hacer y con su tiempo. Las luchas por la independencia lo alejaron del trabajo de escritorio. En los libros de historia, su formación como abogado fue relegada a un segundo plano por sus logros militares y cívicos, pero su trayectoria en el campo jurídico también fue destacada y trascendente en los tiempos de la emancipación del dominio español.
Antes de cumplir 16 años, Belgrano se embarcó rumbo a España para completar los estudios que inició en el Real Colegio de San Carlos. En Valladolid, a principios de l789, se graduó de bachiller en leyes, y en 1793, con 23 años, de abogado. Durante su estancia en Europa, profundizó sus estudios sobre economía política (incluso tradujo del francés un completo tratado sobre la materia) que luego aplicó en el Río de la Plata, y recibió la influencia de la Ilustración Española (se diferencia de la francesa en que no se aleja de las enseñanzas religiosas ni rechaza la figura del monarca).
En su época de estudiante, presidió de la Academia de Derecho Romano, Política Forense y Economía Política de la Universidad de Salamanca y fue miembro de la Academia de Santa Bárbara, en Madrid. A los 24 años, en 1794, regresa a Buenos Aires y se hace cargo de la secretaría del Consulado de Comercio, cargo que ocupa hasta 1810. Desde entonces, su vida es mucho más conocida.