Es posible bailar zambas sin morir en el intento

Es posible bailar zambas sin morir en el intento

Dos profesores ilustraron las figuras más simples de las danzas típicas. En el baile, el cuerpo se expresa y da a conocer los sentimientos.

CONQUISTA. El caballero “persigue” a la dama, mientras bailan la zamba, en su afán de conquistarla. LA GACETA / FOTOS DE JUAN PABLO SANCHEZ NOLI CONQUISTA. El caballero “persigue” a la dama, mientras bailan la zamba, en su afán de conquistarla. LA GACETA / FOTOS DE JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
30 Julio 2006
"Eras ... mi tempranera,/ de mis arrestos, prisionera./ Mía ya te sabía,/ cuando por fin te coroné", dice León Benarós en el estribillo de una de las zambas más dulces del cancionero folclórico: La Tempranera, que lleva música de Carlos Guastavino. Sin embargo, los legos en la materia no tienen en claro a qué arrestos se refiere ni a que coronación alude. Son figuras de la coreografía de la zamba, esa danza de cortejo y seducción que identifica a los norteños.
La danza es expresión del cuerpo, de las emociones y de los deseos. Y cuando se trata de alguna vinculada con una región particular, conlleva una enorme carga cultural, porque también habla de las costumbres y de la idiosincrasia de ese lugar. De las danzas criollas del norte, la zamba es la preferida y varias provincias se disputan su paternidad. Sin embargo, ya lo reconocieron los salteños Miguel Angel Pérez y "Cuchi" Leguizamón: "...y si la moza y la zamba llegan a ser tucumanas, ahogate en agua bendita, que ya ni el diablo te salva".
Más allá de eso, la zamba es un juego de seducción en el que el gaucho no ceja en su intento de conquistar a la dama y en el que esta, esquiva al comienzo, termina en brazos del hombre.
La chacarera, por su parte, es más picaresca y más identificada con Santiago del Estero, aunque existen temas de autores tucumanos y de otras provincias que son una delicia.

Gusto más que perfección

La chacarera puede aprenderse más rápido a bailar, a diferencia de la zamba que es un poquito más complicada. Pero hacer el intento vale la pena. Con la ayuda de los experimentados profesores Pedro Costas y Marta Diez, LA GACETA intenta acercar a sus lectores, y en especial a quienes están visitando la provincia, los pasos y los conceptos básicos de la zamba y de la chacarera. Ya se sabe que no se aprende a bailar leyendo, pero las figuras permitirán practicar los pasos y que, al menos, se pueda transitar la coreografía de ambas danzas. No importa la perfección, sino el gusto de bailarlas.

La zamba y sus pasos básicos
Posición inicial: los bailarines sostienen el pañuelo con su mano derecha caída al costo. El hombre baja su mano izquierda mientras que la dama apoya la suya en su cintura o se toma la falda.

Media vuelta: ambos bailarines salen con paso caminado, comenzando con el pie izquierdo. Se miran mutuamente. Terminan en el lugar opuesto y se preparan para el primer arresto.

Arresto simple: se baila con paso cruzado. Se avanza en forma circular hacia el centro, cruzando tres veces el pie izquierdo por adelante y luego se desanda ese camino cruzando el pie derecho.

Arresto doble: es igual al anterior sólo que se repite dos veces. Esto permite un mayor juego con los pañuelos. En la primera parte de la zamba, la compañera se muestra esquiva aunque no disgustada.

Se sale del arresto doble
con un revoleo de pañuelos o el caballero lleva a la dama a su lugar. La coreografía indica hacer otra media vuelta y volver a repetir los arrestos antes del final.

Giro final:
se vuelve a hacer el paso caminado, pero en vez de llegar al otro extremo, se termina en el centro. En la primera parte, el caballero se acerca, pero la dama suele taparse la cara con el pañuelo.

La chacarera y su coreografía
Posición inicial: los bailarines se paran enfrentados y hacen palmas. Tienen el pie derecho en una posición levemente adelantada. Las palmas duran unos ocho compases que son la introducción de la chacarera.

Avance y retroceso: se hace con el paso básico que consiste en: un paso largo con el pie izquierdo, un paso corto con el derecho y un tercer paso corto con el izquierdo. Esto constituye un compás.

Giro: es una vuelta chiquita de cuatro compases (igual que el avance y retroceso). Comienza y termina en el lugar. Durante todo el baile, los ejecutantes deben mirarse y sonreír ya que es un baile de cortesía.

Vuelta entera: se ocupan cuatro compases hasta llegar al lugar del compañero y otros cuatro para volver al lugar inicial. Siempre haciendo el paso básico (tres pasos, uno largo y dos cortos).

Zapateo y zarandeo: el varón baja los brazos; levanta el pie izquierdo y "acaricia" el piso con la planta y asienta el pie, luego, golpea dos veces el piso con el pie derecho. La dama se toma la pollera.

Giro final:
es como el giro del comienzo (de cuatro compases) pero ambos confluyen en el centro. El caballero pasa sus brazos por fuera, abrazando a la dama; y ella lo hace por dentro.

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